Por Alejandro Mondragón
Andrés Manuel López Obrador quiere ir detrás de algunos personajes de la política mexicana, en caso de ganar las presidenciales del 2018.
El puntero de las encuestas resolvió que más allá de la amnistía política que ofrece, existen evidencias palpables de excesos cometidos en el poder.
Y en el caso del Partido Acción Nacional ya le documentan irregularidades cometidas por los gobiernos de Rafael Moreno Valle y Miguel Ángel Yunes.
El propósito es perseguir sus corruptelas para meterlos en la cárcel.
López Obrador está convencido que ambos personajes, hijos de la maestra Elba Esther Gordillo, pactaron con el gobierno de Enrique Peña Nieto apoyos políticos, a cambio de seguirle los pasos.
A Yunes y Moreno Valle, López Obrador los acusó de acordar con Carlos Salinas de Gortari, creador de la maestra Gordillo, una campaña negra en su contra rumbo al 2018.
El gobernador de Puebla no oculta su desprecio hacia lo que representa López Obrador. A los operadores del líder de Morena los persigue, encarcela y despoja de su patrimonio.
Moreno Valle y Yunes irán a la cárcel, después del 2018, es la consigna.
Puebla y Veracruz en el ojo de huracán, luego del marinismo y duartismo.
López Obrador está convencido que tanto Moreno Valle como Yunes quieren dejar como herederos a su esposa e hijo, respectivamente, para cuidarse las espaldas.
Un connotado priista ha documentado con expedientes diversas irregularidades realizadas bajo la complicidad del gobierno de Peña Nieto en Puebla y Veracruz.
Con AMLO, lo peor está por venir.
