Por Shanik David
La permanencia de Diódoro Carrasco Altamirano en la Secretaría General de Gobierno representa una continuidad de la política de represión y de violación a los derechos humanos que se vivió durante el sexenio de Rafael Moreno Valle, coincidieron representantes de organizaciones sociales.
Para Carolina González Barranco, representante del Comité para la Liberación de los Presos Políticos, el cambio de administración estatal parece más bien una simulación pues en términos prácticos gran parte de los titulares de las dependencias serán personajes que colaboraron con Moreno Valle.
En particular consideró preocupante la ratificación de Carrasco Altamirano pues es un personaje que en tan sólo un año que lleva en el cargo ha demostrado no tolerar la crítica además de que ha negado de manera sistemática la existencia de presos políticos en la entidad.
La activista además recordó “Gali fue el único candidato que negó la existencia de los presos políticos, y ahora está demostrando que que la política de represión, de intolerancia va a seguir vigente”, por lo que incluso aunque se hubiera nombrado a alguien más al frente de la SGG no se esperaban cambios reales en la forma de gobernar.
Y aunque se esperaba poder dar el voto de confianza al gobierno entrante, el hecho de que se hayan nombrado a personajes como Carrasco Altamirano “es una señal clara de que al menos en temas de derechos humanos la política será la misma”, lamentó.
Por otra parte lamentó que la política de opacidad que ha dado en el gobierno de Moreno Valle, en temas como la deuda, los megaproyectos y cuestiones similares haya alcanzado a la Fiscalía, esto en relación a la cancelación de la comparecencia pública de Víctor Carrancá Bourget, quien sólo rindió cuentas a los diputados por medio de un informe por escrito
“Pareciera una mezcla de desconocimiento, de insensibilidad política, pero en caso de haber conocimiento entonces es una muestra de impunidad impresionante” añadió.
Esto, dijo, pues junto con el gabinete de Gali Fayad, la permanencia de Carrancá Bourget en la Fiscalía General del estado servirá sólo para “limpiar la imagen de Moreno Valle”.
Por separado, Tonatih Sarabia Amador, abogado de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre, optó por darle el beneficio de la duda al equipo de trabajo de Gali Fayad y mantener una postura mesurada sobre las expectativas que se tienen al respecto.
Aunque, dijo, la presencia de Carrasco Altamirano si es parte de un intento de Moreno Valle de mantener el control político sobre la gobernabilidad en el estado aún después de que termine el sexenio.
Pero ahora, el titular de la Secretaría General de Gobierno tendrá que atender las indicaciones que dé el nuevo titular del ejecutivo, lo cual podría generar cierta mesura en el político oaxaqueño, comentó Sarabia Amador.
“Diódoro llegó en 2016 con la promesa de que iba a solucionar las demandas, pero lo que ha hecho no ha sido solucionar las cosas sino caer en falsedades en una posición tan delicada como es la gobernabilidad, pero tendremos nuestras reservas”, puntualizó.