Por Shanik David
La idea de esperar que con la sola emisión de una alerta de género se detengan los feminicidios en el estado de algo utópico, pues el gobierno no tiene la facultad de acabar con este problema que es principalmente algo social.
Así lo comentó Manuel Galván, representante del Instituto de Psicología Jurídica, organismo que presentó originalmente la solicitud a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) para que se tomaran acciones sobre el caso de Puebla, al decir que para poder hacer frente al tema de la violencia contra las mujeres no sólo es necesaria la actuación de las autoridades sino que la sociedad en general debe tomar cartas en el asunto.
Esto pues hay posibilidades de que el gobierno del estado no cumpla a cabalidad las 11 recomendaciones que le hizo el organismo federal, por lo que la necesidad de que la sociedad reconozca su responsabilidad es fundamental.
Ante este escenario lanzó una “alerta de género social” con la cual se busca convocar a los diferentes sectores para que se asuma la tarea de generar condiciones adecuadas para el combate de esta problemática.
“Este tipo de fenómenos que tienen que ver con la criminalidad no se resuelven con convenios o aumentando las penas, eso es utópico, no se soluciona un problema social con decretos o cambios legislativos, sí ayudan pero si esto no se traduce en acciones concretas no hay un impacto real en la sociedad”, puntualizó.
Una de las principales acciones que es necesario tomar a la brevedad es la realización de un diagnóstico claro para determinar los múltiples factores que influyen en este tipo de casos de violencia hacia las mujeres, en especial pues la mayoría de los hechos se han registrado en relaciones afectivas o familiares.
“No es una cuestión que tiene que ver sólo con el machismo, aunque parece ser el eje o la brújula que guía, una buena parte del problema tiene que ver con la subordinación de las mujeres, el machismo no se puede entender si no entendemos eso”, puntualizó el investigador.
Por esto insistió en que se deben tomar acciones que abarquen cuestiones educativas o del fomento de valores desde los medios de comunicación, de tal manera que se pueda hacer frente a las actitudes negativas que pueden llegar a derivar en los hechos violentos en contra de las mujeres.
