Por Alejandro Mondragón
Todavía no se formaliza la nueva Fiscalía Anticorrupción en Puebla, pero ya tiene mucho trabajo.
Y es que parece prioridad desmantelar una red de cuello blanco que involucra a notarios con funcionarios del gobierno del estado.
Inconcebible que el secretario General de Gobierno, Diódoro Carrasco, y la presidenta del Colegio de Notarios, Verónica Morales, sean omisos.
Veamos.
El 14 de Abril de 2014, la ciudadana Leticia Araceli Morales Almanza firmó la venta de una bodega comercial, en la Ciudad de Puebla en el domicilio de Calle Lago No. 5996 Colonia San Baltazar Campeche.
Esta propiedad en 50 por ciento corresponde a Guadalupe Hernández y Sánchez, y el restante 50 por ciento, entre 3 herederos: Leticia Araceli, Patricia Angelina y Francisco Javier Morales Almanza.
El día de la firma se le entregaron a Isidro López García, hijo del Notario 3 de Teziutlán, Isidro López Rodríguez, tras la lectura de la escritura, dos cheques.
Cada documento bancario (uno de Guadalupe Hernández y otro de Leticia Morales) era por 168 mil 574 pesos con 50 centavos para sumar 337 mil 149 pesos con cero centavos. El hijo del notario se comprometió a entregar el respectivo recibo fiscal.
Entre julio y noviembre del 2015 hubo reuniones donde se comprobó que el hijo del fedatario, con el evidente aval de papi, cobró de más y retenía el comprobante hacendario.
El 27 de noviembre de ese año, ante las presiones, la Notaría se comprometió a devolver el dinero y el recibo fiscal para el 8 y luego 10 de diciembre, incluso en las instalaciones de la Secretaría de Finanzas. El teléfono jamás lo volvió a contestar.
Las inconformes acudieron a interponer una queja, el 12 de diciembre del 2015, en la Dirección de Notarías de la SGG. Tenía que devolver 175 mil 831 pesos que cobró de más.
Desde mayo de este 2016, la Dirección de Notarías de la Secretaría General de Gobierno no ha enviado el proyecto de sanción que debería aplicar al notario. El subsecretario Jurídico, José Montiel, ni por enterado. Diódoro anda en la onda del negocio eólico.
En el Colegio de Notarios tampoco hay respuesta sobre la deplorable actuación del fedetario de Teziutlán, quien está obligado a calcular, pagar en tiempo y forma, además de cumplir con la entrega del recibo fiscal.
Ahí está el expediente pudriéndose en la Dirección de Notarias de la SGG.
Éste es uno de cientos de casos de impunidad notarial. Ellos creen que pueden hacer lo que quieran, porque están coludidos con el poder.
