Por Shanik David
El grado de contaminación que mantiene el río Atoyac es responsabilidad, en parte, de las empresas que se ubican en los municipios de la cuenca así como de los ayuntamientos de los mismos que no mantienen una vigilancia eficiente de las descargas de aguas residuales, consideró Germán Sierra Sánchez, delegado en Puebla de la Comisión Nacional del Agua.
Explicó que si bien el organismo que representa es responsable de dar permisos y vigilar las descargas que hacen las empresas directamente al río, en los últimos meses el número de permisos solicitados por las particulares se ha reducido.
Esto, continuó, pues para que las empresas puedan descargar deben dar un tratamiento a sus aguas residuales por lo que deben invertir en plantas tratadoras, por lo que en vez de acercarse con la autoridad federal han optado por desechar el agua directamente a los drenajes municipales y así no gastar en las plantas.
Sin embargo, la norma indica que aunque las empresas desechen en el drenaje municipal, el agua debe tener un pretratamiento dependiendo de la actividad productiva que tengan, de manera que ésta quede sin grasas o químicos y pueda ser tratada en las plantas de los municipios.
Al no cumplirse con esto, el agua queda con contaminantes que no son manejados de manera adecuada y que llegan al río aumentando el grado de polución del mismo, detalló el delegado.
Esto además es responsabilidad de los ayuntamientos, los cuales deberían vigilar a las empresas y las descargas que hacen en sus drenajes y así buscar la forma de ponerlos en normal.
Pese todo esto, Sierra Sánchez comentó que más allá de culparse entre unos y otros lo que hace falta es el diseño de un diagnóstico real de la condición del río y los puntos de mayor contaminación para que se tomen medidas efectivas para la atención del mismo.
