Por Shanik David
A más de cuatro meses de que la Asamblea Social del Agua entregó al Congreso del Estado la propuesta para que el agua se considere como un derecho humano los activistas no han tenido respuesta de parte de las autoridades, y sólo se sabe de manera general que el tema fue turnado a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.
Esta falta de respuesta orilló a que los miembros de la organización acudieran al recinto legislativo para denunciar que “pareciera que para los diputados los ciudadanos no existimos, no nos oyen y no nos ven, para ellos sólo existe el gobernador del estado y las grandes empresas”, como lo expresó María Eugenia Ochoa, representante de la ASA.
La activista recordó que a nivel nacional ya son 20 estados los que han modificado sus Constituciones para incluir el acceso al agua como un derecho fundamental, e incluso esto ya se encuentra en la Carta Magna de país, por lo que no hay una explicación real sobre el por qué los legisladores de Puebla no han hecho lo propio.
De hacerse esta reforma se evitarían cortes innecesarios o arbitrarios del abasto de agua, pues los proveedores del servicio estarían obligados por ley a brindar el mínimo necesario del líquido para la subsistencia humana; esto implicaría que si un ciudadano se retrasa en pagos no se le cortaría el servicio, como sucede en la actualidad, sino que se le reduciría la cantidad de agua a un mínimo establecido legalmente hasta que no se regularice en sus adeudos.
Sin embargo, al ignorar la propuesta ciudadana se deja el abasto y las tarifas de un servicio básico en manos “del mercado” lo cual representa un riesgo para la población, sentenció Ochoa.
Es más, refirió que la primera iniciativa que se presentó iba acompañada por un pliego de alrededor de mil firmas de ciudadanos que le solicitaban al Congreso que tomara esta medida para contemplar el agua como un derecho humano, quienes fueron ignorados; ahora, este jueves, entregaron un segundo oficio con poco más de mil 200 firmas para respaldar la propuesta ciudadana.
Esto pues refirió que aunque hace tres años se anunció que con la concesión del servicio a la empresa Aguas de Puebla se mejorarían los cobros y hasta la calidad del agua, ha pasado todo lo contrario: las tarifas crecieron hasta cinco veces, el agua sigue teniendo niveles malos de calidad, el tandeo sigue siendo una medida constante y la infraestructura no se ha reparado.
“Sólo escuchan a quienes tienen dinero y al gobierno”, reiteró la activista, al señalar que incluso el hecho de tener como reservado el contrato que se firmó con la empresa es algo antidemocrático pues a pesar de que se ha presumido como algo positivo no se quieren rendir cuentas claras a los ciudadanos.
