Por Shanik David
Aunque fue el 1 de mayo cuando Rafael Valencia Ávila, presidente de Venustiano Carranza, cortó su credencial de militante del Partido Revolucionario Institucional en un evento público junto al entonces candidato José Antonio Gali Fayad, fue hasta a penas que edil presentó de manera formal su renuncia al tricolor.
Esto luego de que desde la visita de Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, varios personajes pidieran la expulsión de los traidores del priísmo en Puebla, además de que el dirigente estatal Jorge Estefan Chidiac dijo que sí se tomarían acciones en contra de aquellos que no apoyaron el partido, según explicó el edil al decir que incluso, para él, desde el momento que rompió su credencial dejó de formar parte del partido.
Valencia Ávila explicó que su salida respondió a que se sintió agredido por el propio dirigente estatal como por la candidata Blanca Alcalá Ruiz, quien, aseguró, no sólo no lo buscó para proponer acciones para el municipio sino que incluso habló mal de su familia.
Por esta razón, continuó el presidente municipal, decidió sumarse a la campaña de Gali Fayad sin que esto implique que se sume a las filas de Acción Nacional, pues dijo que él no ve partidos políticos sino sólo lo que es mejor para su pueblo.
Y es que reconoció que como parte de las promesas que le hizo Gali Fayad durante la campaña está la generación de empleos en la comunidad, aunque no explicó de qué manera se cumpliría este compromiso.
Esta falta de empleo, comentó, responde en parte a los problemas por los que pasa el sector petrolero a raíz de las reformas estructurales que impulsó el presidente Enrique Peña Nieto, lo cual fue otro de los factores que influyeron para que decidiera dejar el partido.
Otro de los personajes que son señalados como traidores es Fernando Morales, quien además forma parte del gabinete morenovallista a pesar de seguir siendo militante del PRI, por lo que Valencia Ávila dijo que el hijo del exgobernador Melquiades Morales sólo es usado por Jorge Estefan Chidiac para “crucificarlo” públicamente, pero que no ha hecho nada malo.
