03-05-2024 04:40:07 PM

Los saldos de la elección; se cobran deudas políticas con cuentas de perredistas

Por Shanik David

Aunque ya han pasado más de 50 días desde la jornada electoral, la campaña sigue teniendo efectos en la vida política del estado, y aunque el morenovallismo logró la tan ansiada victoria los revanchismos en contra de quienes se negaron a dar su apoyo a José Antonio Gali Fayad se han vuelto una constante.

Por lo menos así lo denunciaron alcaldes afiliados al Partido de la Revolución Democrática, aquellos que en su momento resistieron los embates, amenazas y presiones para apoyar al candidato oficial y decidieron respaldar a Roxana Luna Porquillo.

Domingo Chino Gutiérrez, presidente de San Martín Totoltepec, recordó cómo durante la campaña los comentarios les llegaron por diferentes frentes: o apoyan a Gali o habrá problemas con sus cuentas públicas. Pero esa amenaza, la cual es recurrente en todo proceso electoral, no fue la única.

Por un lado Rocío Aguilar, diputada de su distrito, lo invitó en una ocasión a un evento para que apoyara al candidato de Sigamos Adelante, “si vas, el gobernador hará el mercado para tu municipio”; por otro, Carlos Martínez Amador, representante de su propio partido, lo convocó a una cena privada con Rafael Moreno Valle para expresar su apoyo al morenovallismo. En ambas ocasiones se negó y hoy vive las repercusiones.

“Vine hace unos meses con mi contador a la Auditoría (Superior del Estado) a ver cómo iba lo de mi cuenta pública, y me dijeron que no me preocupara, que todo estaba bien”, contó minutos antes de que iniciara la sesión del pleno del Congreso en la cual a él y otros cinco alcaldes perredistas se les contemplaban Inicios de Procedimientos Administrativos de Determinación de Responsabilidades por supuestas anomalías en sus cuentas públicas; algo similar expresó el resto, en relación a que habían cumplido con todas las observaciones que se les habían hecho en tiempo y forma.

“Era lo que esperábamos, pero tenemos la conciencia tranquila porque sabemos que es algo político”, confió el presidente perredista.

La respuesta del partido no se hizo esperar. De manera improvisada, un grupo de militantes del partido, encabezados por Eric Cotoñeto Carmona ingresaron a la sesión del pleno, para estar presentes en el momento en el que se aprobaran las sanciones a los presidentes de Mixtla, San Jerónimo Xayacatlán, San Martín Totoltepec, San Nicolás de los Ranchos, Totoltepec de Guerrero y Xayacatlán de Bravo.

Pero la tensión explotó aún antes de llegar a ese punto número 12 de la orden del día, que incluía 34 inicios de procedimientos contra igual número de alcaldes, pues al dar lectura al proyecto de agenda legislativa, el presidente de la mesa directiva, el también perredista Carlos Martínez Amador, anunció el retiro de 12 dictámenes -incluido el de Totoltepec de Guerrero-.

Desde sus asientos, algunos de los integrantes de la Comisión Inspectora, la cual dictaminó las supuestas irregularidades se removía con confusión en sus asientos, “no nos dijeron nada, nos agarró por sorpresa”, comentó uno.

Ante esto, intempestivamente, Socorro Quezada Tiempo levantó la voz para exigir, ya que se daba esta acción por un aparente acuerdo por abajo de la mesa, que se hiciera lo propio con los proyectos contra los perredistas; sólo su mano se alzó al momento de votación a favor del retiro de estos documentos, lo cual ocasionó una oleada de gritos desde las galerías, siendo la voz más contundente la de Cotoñeto Carmona.

“¡Carlos, no seas un traidor, apoya a los presidentes, también eres perredista!” increpó desde lo lejos al diputado, a quien le sostuvo la mirada fija, dura y casi sin pestañear, mientras el otro refugiado en la mesa directiva sólo lo veía a lo lejos acumulando rencillas para ocasiones futuras.

Al llegar al punto de las cuentas públicas, la postura de Quezada Tiempo, expresada desde la tribuna, fue dura y concreta: esto es una cuestión política en contra de los alcaldes que no cayeron bajo las presiones para apoyar a Gali Fayad, es un castigo político sin un sustento real, y como responsable de esta arremetida inmisericorde sólo señaló un nombre: Rafael Moreno Valle; “gobernador, escúchelo bien, si con esto cree que me van a obligar a hacer una alianza para 2018, se equivoca (…) puede hacer lo que quiera, pero no le tenemos miedo”.

Y aunque pidió disculpas de hacer del pleno un ring político, insistió que era una lástima que sólo por órdenes del mandatario ahora se le señalara a alcaldes perredistas como rateros; “gobernador, si de verdad tiene aspiraciones presidenciales, tiene que dar muestras de apertura y de diálogo, no de acoso como ha hecho con el partido”.

Mientras ella hablaba, Jorge Aguilar Chedraui hacia un mini conclave con los diputados panistas para definir quién sería el valiente que le respondería a la perredista, tocándole el turno a Pablo Montiel Solana, quien al conocer su suerte no puedo evitar fruncir el ceño con dolor.

Pero Socorro no fue la única que se lanzó por este tema, pues Julián Peña Hidalgo retomó la crítica que hizo una semana antes desde la misma tribuna, cuando señaló la opacidad con la que se maneja el estudio de las cuentas públicas y la necesidad de cambiar el rumbo; “es por este manejo oscuro que se da la percepción de un uso político”, espetó.

Y entonces le tocó el turno a Montiel Solana, quien apabullado tomó la palabra primero para replicarle a Quezada Tiempo, “se ha citado a mi partido como posible coaligado o aliancista en una elección que todavía está por verse, no se preocupe, diputada, hay diputados que no quisiéramos ir con ciertos perredistas pero ni a la esquina”.

Esto interpretado por los militantes del PRD en galería y fue tomado como un posicionamiento en contra de aquellos a quienes llamaban traidores y no como lo que fue, el guión que le dio Aguilar Chedraui al vocero del morenovallismo, por lo que lanzaron aplausos y vitores al panista, quien pidió que ya no se ventilaran temas partidistas en el recinto legislativo.

Al final, las prisas por cortar el tajo se vieron al momento de la votación cuando las tabletas recién estrenadas fallaron y muchos legisladores tardaron en dar su voto a favor o en contra, al grado tal que antes de que Geraldine González pudiera sufragar ya se había determinado la aprobación de las sanciones.

El único camino a seguir que tienen ahora los ediles sancionados es presentar los recursos de revocación, y si fue con este tipode impugnaciones que Noé Peñaloza, expresidente municipal de San Martín Texmelucan, se salvó de las sanciones millonarias que se le habían impuesto por el desvío de recursos que se detectó durante su administración, los perredistas podrían dormir tranquilos.

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