Por Shanik David
La represión que se ha vivido desde la administración de Mario Marín Torres, así como la relación cercana que tiene el gobernador Rafael Moreno Valle con Elba Esther Gordillo son dos de los factores que más han influido en que el movimiento magisterial de Puebla esté hasta cierto punto desarticulado, reconoció Gilberto Maldonado Maldonado, vocero del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP).
Refirió, por ejemplo, que desde hace muchos años la exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación había tenido rencores en contra del movimiento de maestros de Puebla pues estos nunca tuvieron acercamiento con ella cuando se emprendieron movilizaciones durante el sexenio pasado, y que ahora “con su hijo putativo, Moreno Valle” se cobró las facturas pendientes que tenía con los docentes de Puebla.
Esto se reflejó en la estrategia de presión que se emprendió desde el principio de la administración morenovallista, donde se usaron a directivos y funcionarios de la Secretaría de Educación Pública para hostigar a docentes con medidas incluso inconstitucionales pero que, al final de cuentas, derivaron en que los maestros por temor no ejercieran sus derechos políticos.
Y los casos son muchos, como el de los 10 maestros que fueron cesados por no aplicar la prueba ENLACE y que se encuentran en procesos legales para ser restituidos, o incluso el del mismo Gilberto Maldonado Maldonado, quien es uno de los dirigentes de la disidencia magisterial en contra de quien se giraron órdenes de aprehensión, al igual que Miguel Guerra Castillo, de la cual se pudo librar por medio de amparos.
Además, dijo el representante de la disidencia, se recuerda lo que se vivió con Marín Torres en cuanto a la represión que sufrieron los maestros por manifestarse, factores que sumados afectan al fortalecimiento del movimiento.
Insistió que en general la situación de Puebla es “especial” pues a diferencia de otros estados aquí la “correlación de fuerzas no nos favorece”, y que por eso no se han logrado acciones que generen una reacción de parte del gobierno, al contrario el ejecutivo estatal se niega a aceptar cualquier petición de diálogo.
A estos factores externos se suma el hecho de la existencia de un grupo minoritario que se dice de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que sólo busca fraccionar al movimiento magisterial, pues las ocasiones en las que se han buscado acercamientos con éstos para generar un grupo más unidos se niegan a participar en las acciones del CDMP.