Por Shanik David
Trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap) denunciaron que desde principios de este año han visto vulnerados sus derechos de seguridad social, pues no sólo en el Hospital Universitario no se les brindan los servicios de estudios médicos y tratamientos, sino que tampoco se les compensa cuando tienen que recurrir a establecimientos externos.
La situación se presenta sobretodo en lo relacionado con estudios que superan los dos mil pesos, informó José Guadalupe Romero, líder del Movimiento de Trabajadores Administrativos y Sindicalizados de la casa de estudios, al describir que se ha vuelto una generalidad este tipo de situaciones.
Recordó que de acuerdo con lo establecido en el Contrato Colectivo de Trabajo cuando el HU no cuente con equipos o especialistas para dar algún servicio a los sindicalizados se le debe canalizar a alguna clínica con la que se tenga convenio o con la cual se tenga subrogado el servicio en cuestión lo cual no tendría cargo alguno para el empleado; sin embargo desde hace meses esto no se cumple.
Tan sólo por parte del MTAS ya se han registrado cinco casos de este tipo, sin embargo Romero comentó que han sido los propios trabajadores del HU quienes les han notificado que esta es una situación recurrente y avalada por los directivos.
Esto se le comentó a Oscar Gilbon Rosete, contador de la Buap, en una reunión que se sostuvo con él hace menos de un mes y aunque se comprometió a atender esta situación “a la brevedad, esa brevedad ya son tres semanas”, acusó el trabajador.
Por esta razón calificó de grave la situación que viven en la actualidad los trabajadores, pues este tipo de servicios llegan a representar gastos onerosos.
Este es el caso de la señora Tomasa Faustino Nieto, quien labora en la Vicerrectoría de Docencia, en particular en cuestiones de apoyo en la Biblioteca José María Lafragua; recordó que a finales del año pasado tuvo problemas en el ojo izquierda, con un sangrado interno y desprendimiento de retina.
Por esta situación acudió al HU donde le notificaron que no tenían a un especialista para atenderla por lo que tuvo que recurrir a una clínica particular donde le hicieron la operación y tratamientos necesarios para no tener complicaciones mayores.
Para enero cuando le llegó la factura de 27 mil pesos, el HU fue omiso en apoyarla o reembolsarle el gasto hecho, por lo que ahora a cinco meses de distancia hace el esfuerzo para pagar esta deuda que, como sindicalizada, no debería tener.
