Por: Valentín Varillas
El domingo 15 de mayo, el Instituto Electoral del Estado llevó a cabo el segundo simulacro parcial oficial del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que será utilizado para el registro de las actas de escrutinio y cómputo en el proceso electoral del 5 de junio.
Durante el ejercicio, se llevaron a cabo dos ataques cibernéticos que intentaron sin éxito vulnerar el sistema, lo que comúnmente se conoce como “hackeo”.
A pesar de no haberse logrado el objetivo, el tema preocupa.
Y es que, los especialistas en infiltrar hasta los más complicados esquemas de protección virtual, normalmente realizan pruebas para medir qué tan sofisticados son los diversos sistemas y a través de qué diseño y lógica operan.
Ensayan el famoso esquema de “prueba-error” para que, a través de una serie de intentos sistemáticos, se puedan descifrar y por lo tanto, “hackear”.
¿Se imagina si logran su objetivo?
El PREP fue diseñado para que los ciudadanos podamos revisar, en tiempo real, los resultados oficiales de la elección y su comportamiento.
Es una forma de generar certeza, un método que abona a la confianza de que un proceso electoral se lleve a cabo -por lo menos en lo que al conteo se refiere- con absoluto apego a la legalidad.
El intento de vulnerar al PREP generó pánico en los encargados de llevar a buen puerto la operación del programa, quienes trabajaron bajo la estricta supervisión de Martha Ferrer, miembro de los Servicios de Informática del Instituto Nacional de Elecciones (INE) y Margarita Moreno, asesora del PREP.
Si bien pudieron demostrar que, hasta el momento, el programa puede ser considerado como “seguro”, no se descarta que en el próximo simulacro, o bien el día de la elección, éste sufra nuevos, sofisticados y más intensos ataques que pudieran complicar su operación y buen desempeño.
Según el “Reporte Regional de Amenazas Avanzadas: América Latina 2015”, México es el tercer país en América Latina en número de ataques cibernéticos, sólo por detrás de Brasil y Chile.
También es el tercer lugar de la región en número de ataques exitosos, es decir, existe un severo y preocupante rezago en el desarrollo y aplicación de sistemas de seguridad eficientes que por lo menos dificulten al atacante su tarea.
Todavía no se conocen en México casos en donde hackers hayan podido entrar al PREP y modificar los resultados parciales de una elección.
Lo más probable es que esto se deba más a un desinterés de su parte y no a la falta de capacidad para vulnerar el esquema de seguridad del programa.
Sin embrago, los dos ataques sufridos en el simulacro del domingo pasado sientan un precedente.
Es tanto lo que se juega en esta elección que, para algunos, podría resultar por lo menos tentador el tratar de llevar a cabo el primer fraude electrónico de la historia política del estado.
¿A poco no?