Por Shanik David
Las críticas por las obras de relumbrón, el endeudamiento del estado, la represión, la sumisión de los organismos autónomos, la falta de oportunidades para los empresarios poblanos y las condiciones de una elección de estado fueron algunos de los temas que plantearon las candidatas a la minigubernatura durante el debate de este jueves, señalamientos que le hicieron directamente al candidato de la coalición Sigamos Adelante, José Antonio Gali Fayad, pero quien, para no salirse del guión memorizado, evitó responder.
Desde el inicio del encuentro se pudo vislumbrar que el enemigo a vencer no era el abanderado de la coalición que encabeza Acción Nacional, sino el propio gobernador Rafael Moreno Valle, pues las críticas y arremetidas, encabezadas por las tres mujeres de la contienda, iban con dedicatoria hacia él.
“Sí, soy candidata independiente después de todas las trabas” arrancó Ana Teresa Aranda Orozco en su primera participación, “después de ganar 12 juicios para la protección de los derechos en contra del tirano y de su terquedad de impedir a toda costa nuestra participación”, con lo que marcó el tono de lo que fue su participación en el encuentro.
La secundó Blanca Alcalá Ruiz de la coalición PRI-PVEM, quien se lanzó directo contra Gali Fayad al preguntarle el por qué no había dado la cara antes a los poblanos, “¿por qué han hecho de esta campaña una campaña de terror, una campaña de abuso de poder, una elección de Estado?”.
El tono de Roxana Luna Porquillo fue similar al de sus contrincantes, aunque ella recordó que cuando Puebla pasó por los momentos de mayor represión ella fue la única que alzó la voz “yo los busqué y ninguno me apoyó” espetó a los demás candidatos al recordar el apoyo que ha brindado a las causas sociales y para la liberación de los presos políticos.
Sin embargo, Gali Fayad mantuvo el discurso de su campaña, sin salirse del esquema establecido y recitando como todos los días que “esta elección se trata de no regresar al pasado”.
En cuanto a Abraham Quiroz Palacios, abanderado de Movimiento de Regeneración Nacional, sus participaciones fueron acartonadas, lentas, accidentadas e incluso sin entrar a la discusión pero tampoco sin hacer propuestas concretas sobre los temas planteados; incluso, en ocasiones se le notó distraído al no responder a tiempo cuando se le daba la palabra, lo cual aumentaba su nerviosismo y, en consecuencia, hacia que su mensaje se enredara más.
Pobreza y salud, las deudas del morenovallismo
Aunque cada uno de los candidatos tomó el uso de la palabra en su respectivo momento para manifestar sus propuestas, las candidatas de oposición coincidieron en diferentes rubros, como fue la mala orientación del recurso público.
Por ejemplo Aranda Orozco apuntó que era inconcebible que en un estado con tanta pobreza se haya invertido siete mil millones de pesos para la construcción del Museo Internacional del Barroco, tras lo cual la candidata priísta anunció que de llegar al gobierno someterá a revisión este contrato para verificar los alcances del mismo y evitar el endeudamiento del estado.
Además las tres candidatas señalaron el tema de la falta de médicos y de medicinas en los hospitales, por lo que cada una hizo sus propuestas en este rubro; Alcalá Ruiz señaló la creación de un programa de médicos en las comunidades, mientras que Luna Porquillo refrendó el compromiso del esquema de “médico en tu casa”.
Gali en cambio, repitió las promesas de la mejora de hospitales, entrega de mochilas y uniformes, atención médica a niños en escuelas y otros compromisos hechos desde el inicio de la campaña.
Fue en esta ronda, a manera de respuesta a las críticas hechas por sus contrincantes sobre su falta de compromiso al dejar la alcaldía de la capital antes de tiempo o cómo buscaba abatir indicadores generados en la administración morenovallista, que quemó su cartucho más fuerte: sacó una fotografía de Blanca Alcalá con Mario Marín Torres, a quien calificó como el verdadero coordinador de la campaña de la priísta.
A esto, sin prisa, la senadora con licencia simplemente refirió “yo no tengo dueño, soy una profesional y me debo a los poblanos”.
En materia de economía el tono fue similar, de manera similar Aranda Orozco y Alcalá Ruiz denunciaron la falta de atención a las empresas locales, y cómo aunque se presume un avance en el desarrollo económico del estado esto no llega a todos los estratos sociales.
Para abatir esto las propuestas giraron en torno al apoyo de las pequeñas y medianas empresas, apoyos a los jóvenes -Ana Tere con el rediseño del servicio social para que este represente el primer empleo de los universitarios y Alcalá con apoyo a emprendedores-, mientras que Luna Porquillo fue más allá y propuso un esquema para fortalecer el mercado interno y dar un período de gracia de un año a las nuevas empresas para determinar su viabilidad antes de cobrar impuestos.
Gali Fayad replicó lo dicho hace unas semanas en el encuentro del Consejo Coordinador Empresarial, sobre la devolución del 1 por ciento del Impuesto sobre la Nómina y la regulación base cero para reducir los trámites de apertura de negocios.
Como parte de la discusión económica, la aspirante independiente no sólo puntualizo el tema del sobrecosto de las obras, sino la opacidad con la que opera el gobierno del estado que imposibilita tener datos concretos sobre los montos destinados a las obras, mientras que Luna Porquillo criticó que es necesario un gobernante que tenga la voluntad de derogar la privatización del agua potable, para lo cual ella misma ya presentó una iniciativa ante el Congreso del Estado.
Al entrar al tema de la función del gobierno los temas centrales fueron los despidos masivos de burócratas sin que haya una reducción en la nómina estatal, las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, la falta de división de poderes, y fue Luna Porquillo quien tocó uno de los temas más sensibles de la actualidad en el estado: los feminicidios y la falta de interés y de voluntad de la administración estatal para declarar la alerta de género, así como la impunidad en la que quedó Facundo Rosas Rosas a pesar de sus nexos con redes de robo de combustible.
En el cierre cada uno de los candidatos lanzó su compromiso final y alguna crítica adicional: Blanca Alcalá prometió el fin a la represión y que “le irá mal a quienes usaron mal los recursos de los poblanos”; Ana Tere criticó que Gali Fayad sólo quiere llegar al gobierno para perpetuar el sueño presidencial de Moreno Valle, mientras que Luna Porquillo reflexionó que lo que está en juego en esta elección no es la gubernatura sino que el ambiente que se vive en Puebla llegue a un nivel nacional; además; en cambio, Gali Fayad simplemente sentenció “yo vine con propuestas, ellas sólo me descalificaron”.