Por Alejandro Mondragón
La corrupción en la Facultad de Contaduría de la BUAP, la unidad académica del rector Alfonso Esparza, forma parte ya del programa de estudios.
Un apellido lo resume todo: Reséndiz.
Ellas dominan y definen la renovación en la Facultad por la vía del nepotismo, avalado por El Tío Poncho.
Es un escándalo el repentino cambio de la responsable del Posgrado, supuestamente por no encajar en las necesidades del puesto.
El problema es que hay alumnos que nunca estuvieron en clase y al final aparecieron que cursaron una maestría, unos se titularon y otros están en proceso.
La corruptela se puede ver en los salones del Posgrado: el hijo de Blanca Hortensia Morales, responsable del Programa de Rescate de Egresados y Rafael Campos, asesor de Esparza, nunca asiste a clases, porque se encuentra en cursos fuera del país.
La chingadera es que este junior universitario tiene calificaciones perfectas y materias exentas cuando nunca va a clases.
A sus compañeros ya les obligaron a firmar una carta con rúbrica autógrafa y a algunos hasta poner su huella dactilar, donde aparece el junior sin que asista.
Es la universidad de excelencia de Esparza.
En Contaduría y otras Facultades se construyen carreras ficticias con el compadrazgo y la influencia de la Rectoría de la BUAP.
Hay que decir que la doctora Blanca Hortensia tiene en todos lados maestros sometidos dentro de esa facultad y muchos de ellos son profesores de su hijo y algunos los ve como sus allegados y aliados, pero la situación está muy candente.
Los aliados de la doctora que se someten ya imparten clases en el Posgrado, sin los conocimientos académicos que se requieren. Ellos forman parte de los acarreados de Contaduría.
Por el lado de Las Reséndiz, se sabe de buena fuente que la directora (La Carmen Campuzano de la BUAP, según se escucha en los pasillos) se tituló extrañamente de maestría días antes de la campaña y 10 años después de que egresó.
La hermana incomoda se tituló al año de entrar su sister de directora; su credibilidad en su Facultad ha ido en picada, sin que alguien las salve.
Y es que se realizan, como en muchas Facultades, encuestas para conocer a los probables candidatos para suceder Martha Reséndiz y ahí se perfilaba la hermana.
Lamentablemente fue calificada la gestión de las Reséndiz con un puntaje muy bajo y con una muy mala presencia dentro del profesorado, debido a las injusticias, atropellos, y favoritismos hacía los arrastrados y demás mojigatos.
El poder enferma y apendeja a los tontos.
La crisis es terrible en Contaduría, porque ante la declive de Las Reséndiz, muchas se preguntan qué carajo hacer con los certificados de inglés que les vendieron las hermanas.
Sólo saben decir pollito, chicken y gallina, hen.
Ahora se explica por qué la BUAP va cada año a la baja, entre las universidades modelo en el país.
HIJAS DE ELBA ESTHER
Cobijadas por el rector Alfonso Esparza, quien convirtió en su principal feudo a la Facultad de Contaduría de la BUAP, las hermanas Martha y Maricela pisotean y hacen lo que quieren para imponer su cacicazgo.
Es la versión femenina de Caín y Abel. Lo que una hace, la otra deshace. El problema es que influye más lo que realiza quien no tiene responsabilidad de autoridad en Contaduría de la BUAP.
Maricela es la hermana incómoda de Conta.
Como todo lo que pasa en la máxima casa de estudios, no podría faltar las que se sienten protegidas por El Tío Poncho: es el caso de Maricela Reséndiz, hermana de la actual directora de la facultad Martha Reséndiz.
La casual hermana navega hacia el puerto de la dirección haciéndose de enemistades dentro de la facultad por su autoritarismo y presión a todos aquellos maestros que no son para ella bien vistos.
Quita participaciones a quien no sigue sus caprichos o a quien no le ofrece “una ofrenda de su trabajo”, esto llámese ponencias, trabajos, libros o proyectos donde la hagan ver como una candidata democráticamente elegible para suceder a su hermanita.
Maricela elimina o pone obstáculos para acceder a algunos recursos con el consentimiento de su jefa- hermana y de los o las lambiscones que están a su alrededor. Esparza, El Tío Poncho, lo sabe, pero se hace como El Tío Lolo.
Maricela, quien conoce de hace muchos años al rector Alfonso Esparza, busca poco a poco hacerse de poder, mediante el sometimiento de los responsables de la dirección y exigiendo más que la propia hermana.
Al interior de la Facultad ya se forma un grupo de maestros que no estaría de acuerdo con que Maricela quedara como candidata única, ya se sabe que esto ha sido una gran maña de rectores pasados.
Pero Maricela mueve los hilos a su placer sin que la hermanita haga nada. Trae a Esparza comiendo de su mano.
Ya le presentaré la nómina de la BUAP. Se sorprenderá a quiénes y para qué se pagan miles cada mes.
