Por Alejandro Mondragón
El empresario Santos Zanella Bretón está en la mira de esa mano que todo lo alcanza, por más que sea el primer campeón poblano en autos tipo turismo.
Antes del sexenio, la venta de muebles y equipo de cómputo dejó de ser rentable. Su agencia de autos de la Volkswagen Z Motors apenas lograba la meta de ventas.
En el 2010, estuvo muy cerca de la campaña morenovallista.
Y a partir de ahí vino la transformación, los viajes al extranjero, la adquisición de inmuebles y tantas cosas que mostraba en sus constantes apariciones de la revista Rostros, principal fuente de retroalimentación del fisco.
En el 2012, le vendieron por 80 millones de pesos las 21 casas de empeño del Monte de Piedad Vidal Ruiz. Tuvo el cash para entrarle al negocio que además le brindaría la fortuna de desaparecer la competencia.
Apareció como dueño de Prendamex, empresa que originalmente pertenecía al exrector de la Universidad de Tamaulipas, cuya hija se casó con Zanella.
Prendamex opera con tres firmas Pesos al Instante, SA de CV, Efectivo Inmediato SA de CV y Préstamos Prendarios Depofín SA de CV. Gozó del respaldo legal, mediante una iniciativa de Ley del Ejecutivo al Congreso del Estado para echar del mercado a prácticamente toda la competencia de casas de empeño.
Hubo operativos para cerrar, desmantelar y encarcelar a la competencia, lo que permitió a Zanella quedarse con el mercado. Esos socios con poder.
Pero el señor Zanella no sólo se quedó en el negocio de los empeños, sino que se ha convertido en el principal beneficiario con Z Motors de la compra de automóviles de la Volkswagen por parte del gobierno del estado.
Ante la crisis de la armadora por el trucaje de los motores, Moreno Valle prometió apoyar a la armadora alemana con la compra de cientos de vehículos para sus patrullas.
Y la adquisición hecha se ha concretado por la vía de la red de concesionarios, particularmente Z Motors. Hace unos días entregó 40 coches de la VW para patrullas del estado.
Hace unas semanas, sus relaciones le permitieron impulsar el proyecto de Uber en Puebla, donde las principales flotillas pertenecen a los socios de Estrella Roja, Z Motors y directivos de la BUAP.
Al igual que con las casas de empeño, se realizaron reformas legales para favorecer la llegada de Uber en detrimento de los taxis. Prácticamente le facilitaron las reglas de operación.
El problema es que el sistema enfrenta a Cabify, la competencia que también se favorece de las reglas legislativas que eran para Uber, pero lo caro del servicio y la falta de confianza han llevado a la crisis al sistema que no tiene ni seis meses de vigencia.
Por eso, ya anda el secretario de Seguridad Pública, Rodríguez Almeida, convenciendo a la audiencia para que en Puebla se instalen más retenes de alcoholímetro y se instaure el llamado Torito.
Vaya, vaya. Negocio cautivo gracias al gobierno.
Qué poblano se arriesgará a terminar la fiesta en la cárcel, por lo que no le quedará más que usar Uber.
Negocio redondo.
Esperan hacerlo después de las elecciones y que sea la herencia para el próximo mini.
Y en todo aparece el señor Santos Zanella, consentidazo sexenal.
El caso Zanella es ya comentado en altos círculos empresariales y fiscales del país.
Pronto habrá más noticias.