Por: Socorro López Espinosa
En los primeros diez días del año se han registrado importantes hechos económicos, que mantienen al mundo atento de lo que pueda ocurrir. La actual situación puede ser una buena oportunidad para México, sacarle el mejor provecho y crecer más allá de lo que pronostican los especialistas.
Si el dólar se mantiene caro es porque subieron las tasas de interés en Estados Unidos, por lo tanto existe una mayor demanda de activos financieros en la divisa verde y ante ello no queda más que “aguantar vara”.
Aunque se ha depreciado el peso mexicano, al igual que otras monedas, es difícil que haya una mayor devaluación de la moneda mexicana en lo que resta del año; seguramente seguirá caro el dólar pero no subirá más.
Lo que sí es más probable, es que la inflación empiece a subir como efecto de la devaluación.
Ante una mayor inflación el Banco de México podría considerar subir las tasas de interés, precisamente para hacer atractiva la inversión, que sea manejable el tipo de cambio y que no resulte afectado el consumo interno.
Estos factores influirán de manera diferenciada en los estados y regiones del país, tal como ha ocurrido hasta la fecha.
Puebla, en ese sentido dependerá -como siempre- de la actividad de la industria automotriz.
En los últimos años las zonas del Bajío y Norte del país han sido las más dinámicas, registran crecimientos superiores al 4 por ciento, mientras que Puebla sufrió recesión hace dos años y para 2015 se estima que crecerá apenas el 2 por ciento.
Aunque la economía poblana depende del sector terciario (comercio y servicios) su industria manufacturera, al igual que la del resto del país, bien podría aprovechar las actuales condiciones: un peso más barato, demanda de productos en las naciones desarrolladas, y la vigencia de tratados comerciales, sobre todo la entrada en vigor del Transpacífico (TTP), el cual responde más a los intereses de los corporativos, de lo cual podría sacar ventaja la industria.
En Puebla, el empleo en este 2016 estará determinado por lo que hagan las plantas de autopartes que empezarán a operar vinculadas con Audi, otros ramos manufactureros dependerán de cómo se comporte el mercado nacional, no tanto el local.
Sin embargo, el que haya más empleo no implica necesariamente que haya una mejora sustancial en la economía de los poblanos, pues está visto que en promedio se paga 2.5 veces el salario mínimo.
El PIB del estado puede mejorar, no así la economía de sus habitantes en general.