Por Shanik David
La reunión que se tenía programada para este miércoles del consejo estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) evidenció la existencia de una gran división en el perredismo estatal: aquellos que buscan una alianza y los que están en contra de ésta.
A favor de una nueva coalición con Acción Nacional para 2016 están los miembros de la corriente Nueva Izquierda, la cual encabeza Luis Maldonado Venegas, y cuyos participantes son netamente morenovallista; en el flaco contrario se unieron las corrientes Alternativa Democrática Nacional, Izquierda Democrática Nacional y Frente Izquierda Progresista, las cuales a pesar de ser antagonistas en otros hechos, lograron reventar la reunión del consejo en la cual, aseguran, se les buscaba imponer una convocatoria para la elección de candidatos.
La sesión del consejo estatal estaba programada para las 11 de la mañana de ayer, pero fue desde las primeras horas del día cuando comenzaron las críticas en torno a los temas que se verían.
Previo a la cita, Roxana Luna Porquillo y Rosa María Áviles, de ADN e IDN, respectivamente, dieron una rueda de prensa en la que lanzaron un llamado para que no se permitiera la “derechización” del PRD, pues la convocatoria que se pretendía aprobar dejaba abierta la posibilidad de participación de personajes externos al partido para la elección de candidatos y que la elección fuera abierta.
Luna Porquillo describió que, con el padrón que fue inflado por el morenovallismo, se corría el riesgo de que un candidato filial al gobernador ganara en este proceso interno.
Desde ese momento, las dos perredistas lanzaron un llamado para que los consejeros no apoyaran esta propuesta y que incluso no se realizara el consejo hasta que no hubiera una discusión real para la estructuración de la convocatoria.
A la hora de la cita, los consejeros llegaron a un hotel de la zona de San Francisco, para encontrar que no se habían instalado las mesas de registro, por lo que no se podía pasar lista de cuántos habían acudido.
Eric Cotoñeto Carmona, perteneciente al FIP -corriente que encabeza en Puebla el senador Miguel Barbosa-, explicó que en la noche del martes algunas corrientes hicieron cambios en sus delegados que acudirían a la sesión, y que la lista que se tenía no estaba correcta, por lo que hasta que no se tuviera el listado correcto no se podía hacer el registro.
Fue poco antes de las 12:30 del día cuando Cotoñeto Carmona y la dirigente estatal del PRD, Socorro Quezada Tiempo, dieron a conocer que se cancelaba la reunión por los problemas en el padrón de consejeros, y que dado que no se tenía un registro oficial no se podría revisar si existía el quorum legal.
El anuncio lo hicieron de manera apresurada en la mesa principal del recinto donde sería la reunión de consejo, e incluso al momento que los dos dirigentes perredistas se pararon, Carlos Martínez Amador tomó asiente en este lugar privilegiado, acompañado por Verónica Juárez, delegada del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, y otros integrantes de Nueva Izquierda.
Evidentemente nervioso, y sin poder dejar de jugar con sus manos, el también diputado perredista, quien ha sido de los pocos que han defendido abiertamente la posible alianza con Acción Nacional, dijo de manera atropellada que no era posible que “sólo porque se recibieron indicaciones políticas” se suspenda un evento como el que se tenía programado, por lo que se buscarán “mecanismos legales” para sancionar a los responsables de la cancelación del consejo.
Sin embargo, el secretario general de la dirigencia estatal del organismo político evitó señalar de manera puntual de quién sería esta orden, y evadió cuestionamientos sobre el tema, diciendo simplemente que sí había quórum y que si habían miembros suficientes de la mesa directiva del consejo como para desarrollar la reunión.
Una postura similar manifestó Verónica Juárez, quien reconoció ser militante de Nueva Izquierda, al descalificar la decisión que tomaron los consejeros de no participar en la reunión, pues dijo que no se intentaba imponer nada.
La representante del CEN refirió que la convocatoria que sería presentada iba a ser puesta a discusión de los integrantes del consejo, y que incluso se habían incluido aspectos que habían pedido los propios consejeros, como la apertura a personas externas -a pesar de que este fue uno de los puntos más criticados por los perredistas-.
Agregó que incluso este documento no comprometía al partido a una alianza, y que esto se evaluaría en una reunión posterior, pero evitó entrar en mayores detalles.
Mientras esto pasaba al interior del salón, en la calle se encontraba Cotoñeto Carmona, quien incluso desestimó la supuesta sanción que dijo Martínez Amador que se les podría imponer.
Momentos más tardes, Roxana Luna ya emprendía camino para incorporarse a la marcha que realizaban integrantes del Frente de Organizaciones Sociales y Políticas de Puebla, y simplemente comentó que no había las condiciones para que se realizara la sesión del consejo, “ya hemos dicho que no podíamos acudir a una convocatoria donde se privilegie al PAN”, refirió la exdiputada federal.
