Por Shanik David
Ricardo Paredes Solorio, exdirector de la Facultad de Administración de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap), denunció la situación de “terrorismo laboral” que se vive en la institución académica, pues ha sido objeto de una campaña de desprestigio y hostigamiento por parte de funcionarios de la universidad, por las críticas que ha emitido en contra de las anomalías que se han dado, además de que ha manifestado que buscará la rectoría en el proceso que se realizará el próximo año.
El académico señaló que incluso desde que regresó del año sabático que le fue ordenado por el secretario general, René Valdiviezo, luego de que terminó su período al frente de la Facultad la cual encabezó de 2007 a 2013, no se le han asignado horas de clases.
Describió que la dirección Académica le ha agendado asignaturas con supuestamente dos o tres estudiantes, pero cuando llega nadie acude, lo cual aseguró es una agresión de sus derechos laborales y académicos pues se le impide tener contacto con los alumnos.
Agregó que la campaña no se queda hasta ahí, ya que incluso su esposa ha recibido llamadas amenazantes, donde incluso le sugieren que lo que más le conviene es divorciarse de Paredes Solorio por la situación crítica que vive.
De manera puntual, acusó que hay una inestabilidad generalizada en la facultad, así como en otras áreas de la universidad, lo cual ha generado una polarización de la vida interna de la institución, ocasionada por el autoritarismo que Alfonso Esparza y su equipo han impuesto en la universidad, pues se mantiene una política, similar a la del gobierno del estado, de acallar las voces que opinen diferente.
Apuntó además, que son personas cercanas al rector las que se han acercado a él y a otros miembros de la facultad para amenazarles para que no participen en los procesos internos tanto del área de Administración como en general de la universidad, esto tras la salida de Lilia Vázquez como directora de la escuela de Administración hace dos semanas.
En especifico, Paredes Solorio mencionó a Julio Galindo Quiñonez, secretario del Consejo Universitario, Armando Vargas Correa, secretario privado del rector, y Rodolfo Zepeda Memije, secretario de Enlace y Gobernanza, a quienes responsabilizó de cualquier cosa que le pudiera pasar a él o su familia.
“Debido a todo lo expuesto la universidad vive en la confrontación y la falta de liderazgo, inclusión, apertura, democracia y pluralidad que toda universidad debe aportar a la sociedad”, puntualizó.
Incluso, refirió que además de las amenazas personales, laborales y el bloqueo académico también se ha recurrido a los medios afines a la administración de Esparza Ortiz así como a las redes sociales para desprestigiarlo, al señalarlo como el responsable de la salida de Lilia Vázquez -quien en su momento fue su secretaria académica y quien le bloqueó el paso para buscar su reelección al frente de la facultad en 2013-, situaciones que él negó categóricamente, al señalar que todo esto es sólo una forma de desacreditar su figura con miras a la renovación de la rectoría.