Por Alejandro Mondragón
Algunos de los principales morenovallistas traen su propio proyecto para el 2016: el Plan C o mejor conocido como el Grizzly Run.
Cristalizará si se pierde la minigubernatura y consiste en pensar en que un oso Grizzly los está persiguiendo, lo cual implicará (para ellos) que deben correr muy, pero muy rápido.
Suena a broma, pero bajita la mano se sabe que es el plan de varios. Muchos están en la lógica de salirse del país.
Esto explicaría entonces dos hechos evidentes:
1.- Las reuniones cuasi secretas que han sostenido algunos personajes muy cercanos a la pompa de Casa Puebla con los candidatos del PRI a la gubernatura más competitivos.
Se desconoce si los encuentros tengan el visto bueno del 01, pero lo cierto es que buscan ya algún tipo de salvoconducto.
Nadie se espante, se llama naturaleza humana para conservar los bienes acumulados en cinco años. Entre quienes han ido a buscar cobijo con los priistas figuran desde funcionarios, operadores, empresarios, contratistas, dueños de medios y periodistas.
2.- Estos personajes de la pompa morenovallista han comprado propiedades en países sin tratados de extradición y reactivado cuentas bancarias en el extranjero. Es el Plan C, Grizzly Run, en marcha.
¿Qué información tienen para crear sus provisiones?
¿Cómo mirarán a su candidato a la mini?
¿Quieren evitar ser los chivos expiatorios de toda negociación política en la aldea?
Me queda claro que ninguno quiere ser el Alfredo Arango del fin de sexenio.
Ellos cambiaron la Ley para castigar el lavado de dinero en Puebla, al igual que operar detenciones de madrugada en casas.
RÉPLICA DEL MÁS ALLÁ
La señora Martha del Sagrado Corazón Fernández de Castro Diez envío a este espacio una carta redactada por ella y una constancia del Registro Civil, adscrito a la Secretaría General de Gobierno de Puebla, donde asegura que nunca estuvo muerta.
Además, alega que ella fue víctima, no culpable, del un fraude genérico.
No por decir que es inexistente el acta de defunción se extingue el delito de fraude procesal.
La acción fue juzgada y quedó en firme en el expediente 297/2004.
La constancia que expide la SGG es del 22 de septiembre del 2015, pero sería bueno mostrara la señora Martha la que se entregó a la autoridad judicial para que ésta la considerara legalmente muerta el 20 de octubre del 2005.
El expediente está ahí, donde se lee claramente: “de quien en vida se llamó Martha del Sagrado Corazón Fernández de Castro Diez”.
Lo demás es expiar pecados diez años después.
Hubo un delito, la autoridad falló en contra de quien no se pudo ejercer la acción penal, porque había muerto.
Punto.