Por Alejandro Mondragón
A la bancarrota llevan a los inversionistas poblanos del proyecto del rescate de Vista Verde Country & Club Tehuacán. Nada más perderían 80 millones de pesos, luego de que el Tribunal Agrario falló a favor de los ejidatarios.
Fue creado en 1934 como un atractivo turístico más de Tehuacán. Sin embargo no cuenta con una visión de largo plazo y se entrega como pago al banco por adeudos en 1994.
En el sexenio de Manuel Bartlett Díaz, su amigo y aliado José María Garza y su socio el tabasqueño Carlos Cabal Peniche se quedan con los terrenos del Campo de Golf, pero terminan ooootra vez entregados al banco.
En 2007, los empresarios Javier Pacheco Pensado y Salvador Covarrubias Salvatori se enteraron que Banorte iba a rematar los terrenos, los cuales siempre estuvieron en litigio con el Ejido.
Pacheco y Covarrubias se asociaron con el político y empresario marinista y que ahora se presume morenovallista Luis Cobo de Tehuacán y hace unos días el Tribunal Agrario falló en su contra.
Pacheco y Covarrubias estallaron contra Cobo acusándolo que los llevó a un negocio perdido. Ellos todavía tienen la ruta del amparo, pero si pierden tendrán que resarcir a todos los compradores.
Tendrían que desembolsar alrededor de 80 millones.
La pregunta es ¿quién carajos es Cobitos?
El pionero en la política fue Luis Cobo Fernández. En Tehuacán es conocido como un empresario tan acaudalado como repudiado.
Apoyado por el marinismo, en 2006 Cobo fue hecho candidato del PRI a diputado federal por el distrito de Tehuacán y perdió contra el panista René Lezama Aradillas.
Ese sería el mal fario que conduciría su atropellada carrera política llena de derrotas.
Los sueños políticos solo eran la fachada de sus intereses empresariales. Por eso, en 2007 fue candidato suplente a presidente municipal en fórmula con Félix Alejo Domínguez. En esa ocasión, el triunfo favoreció al PRI y Cobo recibió como premio de consolación el Sistema Operador del Agua Potable.
Pero ni así ocultó su carácter explotador y arbitrario.
Las clases obreras no olvidan que una noche de enero de 2008, Luis Cobo Fernández sacó todas las máquinas de coser que tenía en la maquiladora “Confecciones Carvajal–Cobo” de la calle 3 poniente. Al otro día cerca de 180 obreros se encontraron con que ya no existía la maquiladora donde laboraron por cerca de 16 años.
Luis Cobo declaró que se trataba de un “paro técnico”, pero los obreros pronto se dieron cuenta de que era un pretexto para evitar la liquidación de ley. Por meses los cerca de 180 obreros trataron de obtener su finiquito en la Junta de Conciliación y Arbitraje. Pronto se dieron cuenta que el gobierno marinista deliberadamente demoraba, rezagaba el proceso laboral.
Luego de un tiempo terminaron por cansarse y abandonaron el litigio. Cobo cerró su planta maquiladora sin liquidar a uno solo de los trabajadores.
Pasaron algunos años para que volviera a participar en la política. En 2013 fue invitado por el PRI de Pablo Fernández del Campo como candidato a diputado local por el distrito Tehuacán norte. Su campaña, como era lo esperado, volvió a fracasar. En tan solo 7 años acumuló dos derrotas electorales. Es el efecto del repudio social que existe en su contra.
Pero Cobo Fernández necesita posiciones políticas para apuntalar sus negocios y empresas. Luego de dos derrotas electorales se retiró, pero lanzó a su hijo Luis Cobo Velasco conocido como “Guicho”, un junior iracundo y explosivo, que ahora se muestra gentil.
Mientras el papá Luis Cobo Fernández era un marinista apasionado, ahora Guicho Cobo dice que es activista de Moreno Valle. Son unos camaleones que solo se acomodan donde pueden para proteger sus negocios.
Por este interés empresarial Guicho Cobo Velasco aceptó ser el candidato de Nueva Alianza en la pasada elección. No solo fracasó, al igual que su papá, sino que quedó en sexto lugar, por debajo del PAN, PRI, Candidato Independiente, PRD y Morena.
Ahora los Cobo están desesperados porque están a punto de perder la mayor parte de Vista Verde, un fraccionamiento residencial con campo de golf, club deportivo y albercas. Los empresarios fraccionaron y vendieron acciones del residencial.
Los Cobo, en sociedad con Javier Pacheco Pensado y Rafael Covarrubias Salvatori, compraron un terreno que en realidad pertenece a ejidatarios de Tehuacán. El tribunal agrario resolvió que sí existió el despojo a los ejidatarios. Esto será un golpe de decenas de millones de pesos para los Cobo, Pacheco Pensado y compañía.
Ante esto, los Cobo tratan de obtener el apoyo de Rafael Moreno Valle para defenderse de la resolución.
Para quedar bien con el gobernador, el junior Guicho Cobo Velasco hace declaraciones iracundas contra Ernestina Fernández, presidenta municipal de Tehuacán y pide que la destituyan para instalar un Concejo Municipal.
En realidad, la rabieta de Guicho es porque el Ayuntamiento de Ernestina no le ha otorgado los permisos de construcción de la estación gasolinera que su papá Luis Cobo Fernández quiere construir en la calle 3 poniente esquina con Héroes de Nacozari.
Cobo compró la franquicia de Pemex, tiene el terreno, hizo las fosas para los tanques de gasolina y diésel, pero el Ayuntamiento le ha negado todos los permisos.
Por esta razón el junior Guicho explota contra la presidenta municipal de Tehuacán, porque perjudica los negocios de su papi.
Son empresarios disfrazados de políticos, pero malas compañías.