Por Alejandro Mondragón
En las altas esferas del poder de México se maneja con insistencia un acuerdo político entre los grupos de Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa a favor de Blanca Alcalá como candidata del PRI a la minigubernatura en 2016.
El problema es que la señora Alcalá insiste en esperar mejor el 2018, pero hay priistas poblanos que no quieren ir con Enrique Doger, porque el doctor siempre gana cuando pierde el PRI. ¿Ejemplos? 2010 y 2012.
En las estructuras del tricolor se asegura que Doger es el real candidato del gobernador Rafael Moreno Valle en el PRI.
Entre Doger y el gobernador de Puebla hay acuerdos inconfesables, de los cuales fue copartícipe Israel Pacheco, ex líder sindical hoy encarcelado.
Por eso, los grupos trabajan en la propuesta de Mario Marín para el 2016: Alberto Jiménez Merino, actual delegado de la Sagarpa.
El principal punto a favor de Jiménez Merino: es quien reporta los menos negativos, contrario a Alcalá, Doger y el mismísimo Javier López Zavala. Claro, el índice de competitividad del delegado de Sagarpa es de un dígito.
Originalmente se trabajó en bloque para impulsar al delegado de Desarrollo Social, Juan Manuel Vega Rayet, quien hasta a dieta lo pusieron para cuidar la figura política.
Es el grupo Sedesol que dirige Rosario Robles y opera Ernesto Nemer, el marido de la próxima secretaría general del CEN del PRI, Carolina Monroy, asociados al interés de Osorio Chong.
Han encargado tropicalizar la opción a Juan Carlos Lastiri, el subsecretario federal de Desarrollo Social exclusivamente para el estado de Puebla. El funcionario federal se siente el padrino de la mini.
Se ha conformado un grupo compacto que cuenta con información de inteligencia proveniente de la Secretaría de Gobernación, mediante el oficial mayor Jorge Márquez para documentar lazos sospechosos de priistas con ya saben quién.
Aunque varios priistas se han acercado a la triada: Alcalá, Doger y Zavala, lo cierto es que traen su propio juego.
Hasta el grupo de periodistas cantores hace su trabajo de incluir a Lastiri como alternativa cuando otro es la apuesta.
Jiménez Merino trabajó con Mario Marín y Melquiades Morales. En el grupo de Todos Unidos Contra Doger aparecen además Alejandro Armenta Mier, Lorenzo Rivera, Jesús Morales Flores, Víctor Manuel Giorgana, entre otros.
El único punto es que en términos de competitividad electoral el posicionamiento de cualquier carta que no sea Alcalá o Doger es penoso.
Con Jiménez Merino no gana el PRI.
El tricolor parece entrar al callejón de que si no es Alcalá será Doger.
El único que sí se da cuenta que puede realmente ganar la mini, irá con todo contra Moreno Valle, el gobernador.
Por lo pronto, el grupo duro del morenovallismo también juega en el tricolor. El guiño hacia Lucero Saldaña, quien tiene 0.1 por ciento de posibilidades de ganar, es elocuente. Sumar y alentar destapes para después desgranar la mazorca con los inconformes.
A Beltrones lo someterá Peña Nieto, aliado de Moreno Valle, dicen.
Ahí se las dejo.