Es un atentado a la estética.
No hay dinero para pensiones, mejoras salariales a trabajadores, tampoco para equipamiento escolar, pero sobra el recurso cuando se trata de #EsparzaOcurrencias.
Quizá Esparza olvide que el inmueble es Patrimonio Universitario Arquitectónico de la BUAP, más que por su belleza y antigüedad, por la emblemática historia que se escribió en él y su contexto en el tiempo.
Desde 1937 es ocupado por la Rectoría y sirve de oficinas administrativas. Es el símbolo universitario de la autonomía.
Se empezó a construir en el siglo XVII, con los bienes que el comerciante en grana Melchor de Covarrubias cedió en beneficio de los jesuitas, se le hicieron añadidos en los siglos XVIII y XIX. La traza original es de estilo renacentista, donde sus patios y claustros jugaron un papel activo en la educación que ahí se impartía.
Pues ahora se pueden apreciar las obras de instalación del ascensor que servirá para servicio de la burocracia universitaria.
Estará al servicio del secretario general René Valdiviezo, el Delfín del rector para sucederlo.
Si Luis Rivera Terrazas viviera seguro se volvería a morir de ver los desfiguros y excesos de la BUAP de Alfonso Esparza.