La crema y nata del panismo puro hizo acto de presencia en la Hacienda de San Agustín en Atlixco con el ex presidente de la República a la cabeza.
Calderón brilló más que la novia. Saludaba, chupaba tequila, platicaba, reía, abrazaba y se dejaba tomar selfies.
La última vez que se le vio contento en Puebla fue aquel 5 de mayo del 2012, a propósito de los festejos conmemorativos, cuya inversión en obras y acciones ascendió a 2 mil millones de pesos.
Ese día hasta se quedó a dormir en la suite presidencial del Hotel Presidente Intercontinental, después de ser agasajado por su gobernador que presumía en todos lados: Rafael Moreno Valle.
Hoy, cosas de la política, ambos están distanciados. Tanto que en la plena campaña de este año por la gubernatura en Querétaro, coincidieron en un acto de apoyo a Pancho Domínguez, pero el ex presidente pidió no compartir el mismo presídium con el gobernador de Puebla.
Y así fue. Nunca se dio la foto como sí ocurrió con Madero y Calderón, a quienes lo único que separó fue Domínguez.
El sábado Calderón regresó, mientras Moreno Valle anda de gira por Alemania e Italia.
Estuvo en Atlixco en campaña ciudadana. Vestido con un traje oscuro que le quedaba grande y una corbata azul cielo con franjas negras, el ex presidente repartió hasta tarjetas de presentación.
Ahí se supo que después del desastre electoral panista 2015 y la debacle política de Gustavo Madero, Moreno Valle quiso capitalizar a las principales corrientes ganadoras del blanquiazul y unificarlas desde Casa Puebla.
Todo lo tenía listo para aparecer como única figura de relevancia para el 2018 con su padrinazgo hacia Ricardo Anaya en la dirigencia nacional del PAN y obtener secretarías en la nueva gestión del CEN.
Calderón se enteró, gracias a la filtración de un ex colaborador hoy metido en el equipo presidencial del gobernador de Puebla, lo que lo llevó a alentar a Margarita Zavala para adelantar su destape en un video.
La idea era quitarle la agenda presidencial 2018 y ponerlo detrás de Margarita, pero para ello requerían obligarlo a que la reunión de Casa Puebla fuera el destape de Moreno Valle. Con amigos en los medios nacionales lo lograron.
El resultado inmediato ha sido la fragmentación del panismo en tribus como aspirantes a la dirigencia nacional y la candidatura presidencial.
Entre más abanderados existan, se creará el entorno adecuado para la diáspora con la necesaria renuncia de Margarita Zavala del PAN para buscar la candidatura ciudadana, otro camino que le quitan a Moreno Valle.
Van un paso adelante.
