La jornada electoral de este 7 de junio se vio enmarcada por detenciones, asesinatos y estrategias para generar el miedo e inhibir las movilizaciones sociales que estaban programadas para evitar la elección.
Por ejemplo, aunque desde hace algunos meses los pobladores de San Miguel Canoa habían anunciado que no permitirían la instalación de casillas en su comunidad, en esta zona la jornada inició en calma y sin mayores contratiempos.
El único aspecto a resaltar fue que, a diferencia de elecciones anteriores, no se colocaron casillas en la plaza central, debido al cierre de la presidencia auxiliar desde octubre del año pasado.
Otra comunidad que había anunciado que tendría movilizaciones fue Santa María Zacatepec, donde en rechazo a políticas implementadas por el alcalde Filemón Aguilar Rodríguez, como la clausura de la radio comunitaria Radio Zacatepec y la imposición de un reglamento de tránsito apócrifo, los pobladores habían anunciado que no permitirían la elección.
Miguel Hernández, uno de los miembros del movimiento, informó que, por desgracia, el plan fue desarticulado debido a que luego del anuncio de esta movilización las autoridades ministeriales lanzaron ordenes de aprehensión en contra de los líderes de la resistencia social, quienes incluso tuvieron que abandonar el estado para evitar su detención.
Explicó que luego de la rueda de prensa que dieron el pasado lunes, donde adelantaron el posible boicot de la jornada electoral, el poblado fue custodiado de manera constante por elementos de la policía estatal y ministerial, por lo que se evitó caer en confrontaciones y se suspendió toda movilización.
Mientras tanto, los líderes sociales ya presentaron amparos para protegerse de las ordenes de aprehensión y poder regresar a sus hogares.
Asesinan y agreden a priístas
Sin embargo, el miedo de la elección no sólo se dio con estas amenazas, sino que incluso militantes priístas fueron detenidos, agredidos y hasta asesinados.
Este fue el caso de Pablo García Orozco, militante del Partido Revolucionario Institucional, quien recibió un impacto de bala en la cabeza afuera de una casilla en el municipio de Libres.
Los hechos se registraron alrededor de las 3:30 de la tarde y generaron conmoción al tratarse de la segunda muerte de un priista en el distrito II durante el actual proceso electoral.
Ante esto, la dirigente estatal del partido, Ana Isabel Allende, lanzó un llamado para que las autoridades investiguen a profundidad los hechos y que se esclarezcan esta y las otras agresiones que sufrieron militantes del tricolor durante el proceso electoral.
Sin embargo, la Procuraduría General de Justicia emitió un comunicado en el cual descartan que el asesinato del coordinador príista en la zona haya sido asesinado por vinculación a su militancia política, lo cual fue desmentido por la drigencia del partido.
Además, en San Martín Texmelucan 12 personas resultaron lesionadas al ser agredidas por un grupo de ciudadanos no identificados.
Las víctimas viajaban en una camioneta donde trasladaban volantes de propaganda negra contra el PRI, los cuales habían levantado de la vía pública momentos antes.
En el transcurso de la tarde además la dirigencia del PRI dio a conocer un audio en el cual Fernando Morales, priísta y colaborador de la administración de Rafael Moreno Valle, amenazaba al dirigente estatal del Partido Verde Ecologista de México, Juan Carlos Natale López, para que dejara de operar en el distrito de San Martín Texmelucan.
En la grabación se escucha al exdirigente del tricolor amedrentando al diputado local de “partirle la madre” y de que se ganaría “un pedo personal” con él en caso de que continuara su labor a favor de la candidata de la coalición PRI-PVEM en el distrito V.
Ante el contenido de la grabación, Isabel Allende aseguró que el tema va más allá de una posible expulsión de Morales del partido, y que más bien se trata de un delito electoral que será denunciado ante las autoridades electorales.
Además, en San Martín Texmelucan se registró un enfrentamiento entre militantes del PRI y del PAN, que fue considerado como una agresión entre grupos de choque, del cual resultaron 10 personas heridas y una más que registró una lesión de bala.