El modelo de represión que se vive en Puebla se replicará en todo el país, esto para favorecer los grandes negocios que traerán las reformas estructurales que impulsa el gobierno federal, aseguró el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.
El religioso, quien es reconocido a nivel internacional por su participación en movimientos sociales y la defensa de los derechos humanos, estuvo en Puebla para participar en una serie de actividades con la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre.
Por la mañana, se llevó a cabo una misa en el Mercado Hidalgo, desde donde el obispo llamó a los comerciantes a seguir en lucha, pues aseguró que un cristiano no es el que va a misa, sino el que pelea y busca una mejor calidad de vida para los suyos.
Más tarde se trasladó al Centro de Reinserción Social de San Miguel, donde sostuvo una reunión por cerca de una hora con Rubén Sarabia, mejor conocido como Simitrio, y su hijo Atl Sarabia.
Al salir, Vera López se dijo horrorizado por lo que pasa en Puebla, pues reconoció que el modelo que se ha implementado en el estado para criminalizar y judicializar la protesta social, será aplicado también en el resto del país.
“Esto es el modelo más horrendo de lo que nosotros vamos a ver, en este momento veo a Puebla como un ejemplo de lo que nos va a pasar en Coahuilia y en cualquiera de los estados en el momento en el que empiecen a darse los grandes negocios a los que se abrieron las puertas desde la federación, con las reformas estructurales”, reflexionó el obispo.
Añadió que esta persecusión de los movimientos sociales tiene como objetivo hacer creer que hay garantías para estos negocios que afectan a la población, como son los proyectos mineros, gasoductos, fracking o el despojo de la tierra para los megaproyectos, “nadie tiene derecho ni nadie puede reclamar nada”, lamentó.
Señaló que tanto en Puebla como desde la federación las autoridades se han convertido en “un Estado totalitario y controlador, de sometimiento y represión quiere dar toda la imagen de que aquí se pueden hacer toda la clase de negocios criminales”.
Como ejemplo puso el caso de Simitrio, pues acusó que es evidente la fabricación de delitos en su contra sólo para mantenerlo en prisión por el activismo y lucha que ha encabezado.
“Es una creación de delitos para judicializar el movimiento social y frenar cualquier tipo de protesta, cualquier tipo de lucha, de búsqueda de justicia, de garantías de vida digan para los ciudadanos mexicanos”, reiteró el obispo.
