Poderosa por el respaldo absoluto del Tío Poncho, Susana Hernández se encarga personalmente de todo. Desde entregar la póliza del seguro de vida del personal hasta subirse a un vehículo para supervisar que todos cumplan con sus cuotas.
Bajo el esquema de outsourcing despidieron a quienes tenían años trabajando en el área. Dicen que salieron para limpiar de viejas prácticas a la BUAP.
El problema es la aparición de las nuevas mañas. Para empezar y sin el mínimo control, contratan de cualquier parte a quienes se encargarán de la seguridad de los campus universitarios.
El método de contratación es muy preciso: si saben usar navajas, tiene conocimiento en narcomenudeo o en algún momento de su vida asaltaron a algún transeúnte o robaron autopartes tienen un lugar en la BUAP de Alfonso Esparza.
Corporativo del Sureste se encarga de vigilar durante el calendario escolar.
En vacaciones, se contrata a Moca AG Zurich.
En todos los casos se reparten los moches.
Esparza presume que quitó el poder de la seguridad a Los Zárate, pero en realidad a ellos los eliminó para imponer a su familia que se beneficia de la nueva BUAP.
Nadie se atreve a mostrar la carta de antecedentes no penales del personal de la Dirección de Apoyo y Supervisión Universitaria.
SECRETARIO PIRATA
Muy desubicado anda Roberto Rivero, secretario de Finanzas y Administración.
Ya amenazó con cambios en subsecretarias y direcciones, después de las elecciones.
El maestro de natación cree que con titularse en 2014 como licenciado ya le pueden decir doctor.
El poder marea.
Bájenlo del tabique.
Sí, es el secretario pirata.
