23-11-2024 07:15:37 PM

Seguir gobernando Puebla

alpor04

Para sucederlo en 2016 tiene la carta de Antonio Gali Fayad, actual presidente municipal de Puebla.

A la burbuja morenovallista, cuyos integrantes sólo piensan en su proyecto económico, le queda claro que la única figura con perfil competitivo para ganar el periodo de un año y 8 meses es precisamente Tony.

No hay otra carta por cuestión de tiempo y posicionamiento político.

Existe una terna para concluir el periodo del presidente municipal de Puebla, en caso de ganar la elección constitucional, en la que la opinión de Gali será decisiva:

El orden de los factores sí altera el producto. En primer lugar aparece Luis Banck Serrato, actual secretario de Infraestructura, quien se convertirá después del 7 de junio en el personaje con mayor cobertura política y mediática.

Parece ser la opción más clara del gobernador, pues aunque necesita cubrir aspectos legales se sabe que para eso se pintan solos los morenovallistas en el Congreso y Cabildo.

Un punto a favor de Banck. Es quien sostiene la mejor relación con el edil, quien, hay que decirlo, no cuenta hoy con un equipo propio capaz de competir electoralmente. Luis recibió oferta de trabajo de Gali y ha trabajado temas estatales con él.

Se sabe que su arribo a Infraestructura contó con el visto bueno del alcalde, quien por lo que trasciende tuvo decisión de veto y voto en los últimos nombramientos del gobernador en su gabinete.

En segundo sitio figura el senador Javier Lozano Alarcón, quien empezó a dejar su estilo pendenciero y bajar su perfil. Podrá estar de acuerdo o no con él y su forma de hacer política, pero es el poblano con mejores relaciones en círculos de poder, después del propio Moreno Valle.

Sostiene también buena relación con Gali.

Y en tercer escaño figura Jorge Aguilar Chedraui, el actual líder de los panistas en el Congreso del Estado. Se encuentra castigado, pero como la política en el sexenio es un asunto de humores, el estado de ánimo puede cambiar y ser perdonado.

Aquí hay relación rota.

Nadie más. Ningún regidor en funciones ni con licencia podría en términos constitucionales. Es más, el suplente de Gali fue comprado con una posición burocrática: el yunquista Gerardo Maldonado.

El problema de fondo en este juego de ajedrez es que la burbuja morenovallista a veces no entiende que todos sus integrantes no son nadie sin Moreno Valle. De él dependen en todo. Les debe quedar claro además que el grupo se acabará cuando se acabe su jefe.

A cinco años de sacar al PRI de Casa Puebla dos son los talones de Aquiles del morenovallismo: La filtración de información y la falta de cuadros.

Esto es muy grave, porque no hay quien garantice la continuidad el día que falte Moreno Valle.

El góber piensa que seguirá siendo el pilar y mandará después de que concluya su sexenio. Por eso, quiere perfiles controlables para el 2018. Cree que con él como jefe máximo del grupo habrá proyecto en los próximos tres sexenios.

Moreno Valle y su equipo también consideran que los poblanos están cansados del PRI, pero en realidad el electorado está hasta la madre de los partidos en general.

En el 2018, se votará por un cambio en lo nacional, y eso impactará en lo local. Y esa bandera no la enarbolará el PAN.

Si los morenovallistas creen que la lógica del 2010 será la misma para el 2018 están perdidos.

En el 2010, la coalición “Compromiso por Puebla“ fue un vehículo al que se sumaron ciudadanos, quienes hoy perdieron la confianza en esa propuesta de gobierno.

Un ejemplo real: en Nueva York fue hostigada la esposa del gobernador, lo que hace años sería impensable, ante la incapacidad del responsable de las relaciones internacionales de Puebla, Miguel Hakim. Martha Érika recibió gritos contra el #GóberBala en un parque.

No descarte una figura ciudadana que aparezca como candidato para el 2018 tanto a la gubernatura como la alcaldía, precisamente porque los partidos ya cansaron.

abajomondras

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