En México, el 75.79 por ciento de la población tienen ingresos por debajo de lo necesario para cubrir sus necesidades básicas, es decir, se encuentran en condiciones de pobreza entre moderada y extrema.
Lo anterior se indica en el reporte que dio a conocer el Observatorio del Salarios de la Universidad Iberoamericana, en donde se puntualiza que dos de cada cinco mexicanos se encuentran en condiciones de pobreza extrema, ya que sus ingresos no son suficientes para tener una alimentación básica.
La estimación hecha por el observatorio contrasta con los reportes de pobreza elaborados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el cual en su último reporte indicaba que era el 56 por ciento de la población del país quienes se encuentran en condiciones de carencia.
Esta diferencia se debe a los criterios considerados, pues para sus análisis el Coneval toma en consideración cuestiones más generales, mientras que el observatorio toma en cuenta no sólo la compra de los alimentos, sino los utensilios que se necesitan para su preparación, así como las necesidades básicas de educación, recreación y vivienda de las personas, explicó Miguel López López, coordinador de la licenciatura de Economía de la Universidad Iberoamericana.
Por su parte, Miguel Reyes Hernández, director del Observatorio, recordó que de acuerdo con estudios previos hechos por este centro de investigación, un salario mínimo digno, suficiente para cubrir las necesidades de una familia, como marca la misma Constitución Mexicana, debería alcanzar los 10 mil 800 pesos, situación que en la realidad no existe.
Sin embargo, en el análisis presentado se encontró que no sólo no se tiene un salario digno, sino que las trabajadores que tienen seguro social y prestaciones ganan menos que aquellas personas que son contratadas bajo un esquema de informalidad.
Por ejemplo, se indica que para 2012 el 47.6 por ciento de los trabajadores con seguridad social tenían ingresos por debajo de la línea de bienestar mínimo, mientras que en 1994 sólo era el 14 por ciento de los empleados formales en esta condición.
Por el contrario, la proporción de trabajadores con ingresos por debajo del umbral mínimo pasaron de 45 por ciento en 1994 a 28.93 por ciento en 2012.
Esto, explicó Reyes Hernández, se debe a que para los empleadores es más fácil tener a personal contratado bajo esquemas de honorarios o por outsoursing que tener que pagar seguridad social, lo cual representa un riesgo a futuro pues la población que se encuentra en estas condiciones carecerá de pensiones una vez que se jubilen.
Por este motivo, es necesario que se haga un cambio en la política económica actual del país, la cual se basa en el asistencionalismo en vez de la generación de mejores condiciones de vida.
“Debe de haber un incremento salarial y un cambio en el modelo económico del país, pues la situación actual es un problema de distribución de riquezas”, puntualizó Reyes Hernández.
