Y es que un morenovallista como Mario Rincón González, candidato del PAN a diputado federal por Tepeaca, concedió un contrato fantasma a un empresario, Sergio Riquelme Novoa, quien a su vez tiene como socio a un distinguido miembro de El Yunque y operador del ex alcalde Eduardo Rivera Pérez: Íñigo Ocejo Rojo.
Desde el negocio de los espectaculares se recolectó dinero para financiar la campaña de Rincón en Tepeaca.
Por eso, el subsecretario de Ecología, Gerardo Maldonado, se hace de la vista gorda ante el escándalo de corrupción con espectaculares que causan trastornos ambientales en Puebla. El funcionario fue líder del PAN municipal en tiempos de Rivera en el Ayuntamiento y además su despacho tenía contratos en el propio municipio.
O el gobernador hace un doble juego con El Yunque: exterminarlo en el PAN y hacerlo millonario en su gobierno o de plano desconoce lo que hacen detrás de él.
Y es que la mayor parte de los espectaculares en la zona metropolitana de Puebla con Cholula son controlados por Riquelme y su socio Íñigo Ocejo, quien tiene otro socio en éste y otros negocios: el empresario radiofónico José Hanan Budib, ligado aún a Mario Marín.
Riquelme, Hanan y Ocejo, alianza morenomarinistayunquista.
Y figura en este entorno Jaime Regordosa Fabre con Indumare. Sí, el hijo de Luis Regordosa Valenciana.
Desde el morenovallismo fortaleciendo las finanzas de inversionistas de El Yunque.
Mario Rincón no sólo ha favorecido a tales personajes en el tema de los espectaculares. Están los casos de las gasolineras, donde el tufo de la corrupción y tráfico de permisos de uso de suelo aparecen sin rubor.
En este renglón figuran otros empresarios que por lo visto no tienen el menor empacho en mezclar su dinero con el de los políticos.
Otra confirmación de los lazos empresariales entre funcionarios y contratistas, en el sexenio del presidenciable Moreno Valle.
