Dos estudiantes de la preparatoria Lázaro Cárdenas del Río, adscrita a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap), fueron detenidas el pasado viernes acusadas de haber tirado pintura roja a la fuente del zócalo, esto pese a no tenerse pruebas concretas en su contra.
Las detenidas, María René Escobar y Daniela Hernández, narraron que el viernes por la tarde, al salir de clases, se encontraban en la zona del Zócalo y se acercaron a la fuente de San Miguel; las chicas apoyaron sus manos en el borde de piedra de la estructura y sus manos quedaron marcadas con una pintura roja que alguien había echado a la fuente.
María René recuerda que al ver sus manos marcadas las remojó en la fuente para enjuagarse, pero la pintura se corrió más, al grado que casi 24 horas después todavía se notaba la tonalidad colorada en sus palmas.
Las dos chicas, de 16 años cada una, fueron a las instalaciones de la Facultad de Psicología para lavarse las manos; sólo Daniela tuvo oportunidad de hacerlo.
Al salir, alrededor de las 6 de la tarde, un comando de cerca de 20 policías municipales rodearon a las chicas, quienes iban acompañadas por otros estudiantes de la preparatoria; una de las mujeres policías se acercó a las adolescentes y les dijo que había un testigo que las había visto grafitear y pintar la fuente, por lo que estaban detenidas, sin embargo al cabo de unos minutos la uniformada cambió su versión y aseguró que más bien habían sido captadas en vídeo.
Algunos de sus compañeros intentaron intervenir para que no se las llevaran, pero para evitar problemas las jóvenes subieron a las patrullas; durante un plazo de casi tres horas ni sus amigos, ni sus familiares supieron a dónde habían sido llevadas.
María René y Daniela fueron llevadas a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, donde les quitaron sus celulares, las metieron en una celda y les dijeron que no podían comunicarse con nadie hasta que fueran llevadas al juzgado calificador para menores.
Por medio de indagatorias de los propios estudiantes, la madre de María René dio con ellas, y aunque pidió que la dejaran ver a su hija, no le fue permitido esto.
Fue alrededor de las 9 de la noche cuando al fin las jovencitas fueron trasladadas al ministerio público ubicado en la calle 9 Oriente, donde, al fin, apareció el supuesto testigo que las denunció.
Sin embargo, a decir de Daniela, la declaración del sujeto, quien se identificó como Panfilo Margarito, era demasiado ambigua, pues sólo dijo que había visto que “dos personas” habían echado la pintura; incluso, el testigo aseguró al final de su declaración que “no le constaban los hechos”.
Esta sola denuncia, y un vídeo que no fue presentado como prueba, fue suficiente para que el juzgado calificador procesara a las menores, quienes a pesar de su inocencia fueron amonestadas y tendrán que tomar cursos en el Sistema Municipal DIF “para no volver a incurrir en faltas administrativas”.
Este caso es un ejemplo más de la represión que se vive en la Buap, aseguró Angélica Trujete, estudiante de tercer año de la preparatoria Lázaro Cárdenas del Río, quien estuvo con María René y Daniela cuando fueron detenidas.
La estudiante comentó que la detención de sus compañeras se debió al activismo que mantienen ellas y otros alumnos de la preparatoria, quienes han denunciado irregularidades en la universidad, además de que participaron en el proceso de elección de la consejería universitaria.
Angélica dijo que una de las dos jóvenes detenidas ya había sido amenazada para que dimitiera en el proceso de elección, aunque no quiso señalar puntualmente a quién.
Incluso comentó que ella misma también ha recibido estas amenazas; recordó que después de que el 8 de enero compañeros universitarios fueron detenidos por manifestarse durante la visita de Enrique Peña Nieto para la inauguración del Hospital para el Niño Poblanos, su mamá recibió una llamada en la que le dijeron que Angélica debía “bajarle a su desmadrito” de lo contrario la iban a desaparecer.