Luego de que a finales de la semana pasada la Secretaría de Seguridad Pública estatal dio de baja a 30 policías por no aprobar las pruebas de control de confianza, este lunes un grupo de los uniformados despedidos se manifestó afuera de las instalaciones de la dependencia estatal.
Después de varios minutos afuera de las oficinas, los efectivos entraron a una mesa de diálogo encabezada por Mauricio Alvaradejo, director de Recursos Humanos de la secretaría.
En este encuentro, los despedidos plantearon sus inconformidades tanto por su despido, pues algunos de los que fueron dados de baja ni siquiera habían terminado de presentar los exámenes de control de confianza, además de que exigieron una liquidación digna.
Tras salir de la reunión Paulina Azpiazu Peña, una de las despedidas, explicó que ellos cuentan con una prima de antigüedad, al cual implica que se les debe pagar determinada cantidad de dinero por el tiempo trabajado.
Además, recordó que de acuerdo a la Ley Federal de Trabajo, como parte de su liquidación les corresponde un pago de 20 días de salario por cada año trabajado; si bien no quiso decir de manera puntual cuánto les ofrece la secretaría, dejó entrever que es por debajo de lo estipulado en la norma.
La expolicía puntualizó que los despidos, a decir de la secretaría, fueron por las pruebas de control de confianza, por lo que no es posible la reinstalación de los policías.
Por este motivo, lo único que buscan es obtener una liquidación conforme a derecho, aunque comentó que dependerá de la asesoría que reciban de parte de sus abogados sí aceptan algún monto inferior.
Dentro de la reunión se acordó que a más tardar este viernes la secretaría les responderá sus peticiones a los uniformados y enc aso de no estar conformes con las propuestas que presente la autoridad, podrían continuar con las movilizaciones.
Incluso, un grupo de los despedidos, aún después de la reunión, se manifestó afuera de Casa Aguayo para pedir a las autoridades su liquidación y respeto a sus derechos laborales.
