El estudiante de Ingeniería en Ciencias de la Computación, Guillermo Cuahuey, quien fue uno de los desalojados del zócalo de Puebla la madrugada del 8 de febrero, desmintió la versión que la Buap presumió al decir que se les habían prestado las instalaciones de la preparatoria Alfonso Calderón para que Colectivo Universitario por una Educación Popular (CUEP) impartiera cursos de preparación para el examen de ingreso a esta casa de estudios.
Cuahuey reveló que el primer sábado después de la refriega cuando los integrantes del CUEP se dirigían hacía las instalaciones de la preparatoria, está se encontraba cerrada.
Detalló que aquel sábado 14 del presente mes, los elementos de seguridad de la escuela afiliada a la Buap les informaron a los universitarios que pretendían dar clases gratuitas que tenían instrucciones de no abrirles, pues era día del amor y la amistad.
En conferencia de prensa, el estudiante que apenas se recupera de la golpiza que recibió junto con otros 22 jóvenes de parte de un grupo de encapuchado, señaló que ya no se puede confiar más en la institución que dirige Alfonso Esparza Ortiz, pues maneja un doble discurso, uno mediático y otro represor hacia en el interior de la escuela.
Y es que ni si quiera han avanzado las investigaciones respecto a los hechos de la madrugada del 8 de febrero cuando 23 estudiantes fueron desalojados del zócalo capitalino y ocho jóvenes fueron privados de su libertad por algunas horas, a pesar de que tres días después de la refriega el rector Alfonso acudió a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) a pedir agilidad en la investigación.
Los miembros del CUEP se dedican a dar cursos gratuitos para el examen de admisión Buap, el examen es en las últimas fechas de abril y los cursos que ellos dan terminan el 11 de abril.
De acuerdo con sus propias estadísticas, el año pasado tuvieron mil 800 alumnos y mil 500 lograron entrar a la Buap.
Ante la demanda, los integrantes del CUEP pidieron a las autoridades de la Baup salones para poder dar sus clases que hasta el momento daban al aire libre en diferentes parques.
Después de que los funcionarios de la rectoría de la Buap, Benjamín Dimas y Rufino Marqués les negaron la solicitud de aulas, los jóvenes se pusieron en plantón y cuatro de ellos en huelga de hambre hasta que fueron desalojados con lujo de violencia por un grupo de encapuchados que hasta el momento se desconoce su identidad.