23-11-2024 02:24:47 PM

RMV depende de burbuja; no crecieron otros perfiles

tempestad23

De la misma manera que sucedió en el gobierno pasado con la tristemente célebre “burbuja” marinista, cada vez que se acerca una coyuntura política importante, se echa mano invariablemente de los mismos.

El gobernador ha concentrado el reparto de cargos de importancia en su gabinete y las candidaturas prioritarias a puestos de elección popular en un cerradísimo grupo que se ha visto forzado a desarrollar capacidades de auténticos hombres-orquesta para estar a la altura de sus nuevos retos.

La cerrazón para gobernar y la cada vez mayor psicosis, esa que busca insaciablemente a potenciales traidores, son dos factores de peso en lo anterior.

La lógica con la que su amo dispone de su futuro los convierte en todólogos del servicio público, que pueden hoy desempeñar un cargo específico con necesidades determinadas y muy concretas y mañana otro completamente diferente en términos de preparación o exigencias.

Qué más da.

Hoy secretarios, mañana candidatos, pasado mañana otra vez a cargo de una dependencia y meses después tal vez ya diputados en funciones.

Suplentes, propietarios, uninominales, pluris, por ambas vías: las combinaciones son infinitas y dependen de maximizar la rentabilidad política del grupo.

El ejercer un estilo de gobernar basado en el control absoluto facilita lo anterior.

También ayuda mucho el haber invertido millonarios recursos en aras de comprar la influencia necesaria al interior de partidos como el PAN y el PRD para la imposición de perfiles.

En la lógica de abonar al proyecto presidencial del gobernador poblano, los asesores dictan que ésta es la mejor estrategia a seguir.

La cerrazón del grupo gobernante arrojó únicamente un perfil en el que descansará la continuidad del morenovallismo: el del alcalde Tony Gali.

De cara a la elección local del 2016 -la más importante en la vida política del gobernador- su candidatura es ya un hecho y fue decidida a partir del escándalo desatado por el caso Chalchihuapan.

En esta ocasión no habrá incertidumbre, tampoco terna de donde elegir al ungido y por lo que parece, ni siquiera tontos útiles que sean obligados a buscar la nominación para disfrazarla de proceso democrático.

¿Para qué?

A partir de la figura de Gali podría empezarse a tejer la red del nacimiento de un nuevo grupo político en Puebla al que pudieran integrarse personajes con estructura propia y capacidad de operación.

En términos de los más estrictos términos de la rentabilidad electoral, no hay otro para encabezar la transformación.

Habiendo ocupado puestos importantes en gobiernos emanados del PRI y PAN, con influencia probada en el PRD y en una corriente importante al interior del Verde Ecologista, es el único de los colaboradores cercanos que sin ser parte de la burbuja tradicional, puede llevar a cabo la gestación del nuevo morenovallismo.

Ese que, de la mano del hoy alcalde electo, se nutre también de grupos sociales no tradicionalmente políticos que jamás se hubieran sumado con otro candidato.

La necesidad de que el gobernador -ahora sí- empiece a darle forma a un grupo político propio, resulta evidente bajo la óptica del cada vez más voraz apetito presidencial.

Amarres, alianzas de eficacia probada como único antídoto efectivo contra la tentación continuista de Peña Nieto, con partidos opositores al PRI fracturados, que se desgastan en estériles luchas internas, no suena mal en una época en donde la esencia de la política real es el más absoluto pragmatismo.

latempestad

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