“Es muy importante presidente que le digas a Obama…“
Peña, acompañado de Luis Videgaray, le mostró la sugerencia de su subordinado y le pidió a su secretario de Hacienda hablar con Estefan para que se abstuviera de utilizar la red presidencial.
Ahí se marcó su salida del gabinete ampliado y con la firme de decisión de deshacerse de él con su candidatura a la diputación federal por Izúcar de Matamoros, donde enfrentaría a los intereses de Moreno Valle. Jorge había dicho que sólo dejaría el gobierno federal si le garantizaban la plurinominal.
Además, con los cambios en Bansefi era un hecho que todo su equipo no sería ratificado.
Videgaray, golpeado por el escándalo de sus lazos hipotecarios con grupo Higa, la constructora apestada del sexenio; empezó a vislumbrar un entorno más favorable y por encargo del presidente operará la relación legislativa en las áreas hacendaria, presupuestal y financiera.
Al revisar la lista de prospectos se encontró con el nombre de Jorge Estefan, quien como su jefe político Videgaray, renació tanto que se perfila a ocupar la apetitosa presidencia de la Comisión de Presupuesto de la próxima legislatura.
Será una de las posiciones del secretario de Hacienda para operar legislativamente el 2018, año en el que él se ve como presidenciable.
Por eso, gana o gana.
Este largo contexto es necesario para entender por qué hoy Jorge Estefan se convirtió en un peligroso enemigo para los intereses de Casa Puebla en el 2016.
Posicionado a nivel federal, bien podría disputar la minigubernatura contra su concuño Antonio Gali Fayad, lo que no quiere el mandatario.
Moreno Valle quiere a Blanca Alcalá, porque dispone ya de un voluminoso expediente en su contra que podría favorecer los intereses de su Delfín en el 2016.
De ahí que se busque parar y hacer perder a Estefan en Izúcar de Matamoros. Precisamente el tema Actinver era parte de una estrategia para exhibirlo como un político que se ha enriquecido de los cargos públicos que ha ocupado.
Con el presunto fraude de la financiera buscaban descarrilar su candidatura para que se ocupara más en defenderse que en buscar el voto en su distrito.
Todo apunta a que precisamente Ortega filtró buena parte del expediente de sus clientes, pero ocultó a otros cercanos al morenovallismo y también a la familia política de Estefan.
Luis Ortega se la habría entregado a personajes cercanos al líder del Panal, Gerardo Islas, quien curiosamente después de que inició la campaña mediática contra Estefan promovió a su esposa para ser la abanderada del PAN por Izúcar.
En ese coctel de traiciones, hubo hace unas semanas una comida de desagravio contra Estefan (a la que mandó un representante) y para limpiar la imagen de Ortega.
Fue en San Pedro Cholula.
Ahí, por cierto, un alcalde ciudadano que nada tendría que hacer les dijo a los asistentes que tenía información sólida de que fueron los hackers del gobernador Rafael Moreno Valle, quienes infiltraron la base de datos de Actinver para sacar la lista, por lo que no había sido la garganta profunda, el mismísimo Ortega.
¿Alguna sociedad secreta ente Ortega y ese alcalde?
Pero no se crea que la guerra contra Estefan se acabó, luego de que su jefe Videgaray hizo la llamada correcta a Puebla.
No, van por más.
Estefan es un peligro para los intereses del gobernador.
Lo sabe.
Por eso, manda a decir que su interés es el 2018, no el 2016.
