Explotan vilmente como trabajadoras sexuales de tiempo completo a cuatro reclusas de nacionalidad colombiana.
1.- El 24 de septiembre del 2012 comienza esta historia, con el ingreso a la cárcel municipal de San Pedro Cholula, de Karen Angélica Wilchis Parra, acusada por el delito de robo a comercio y robo a casa habitación dentro de los procesos 361/2012 Y 499/2012.
2.- El 9 de Julio del 2014 ingresa a este mismo reclusorio en Cholula Leidi Lorena Vargas Zubieta, igualmente acusada por el delito de robo a comercio, a quien se le instruyen actualmente los proceso 306/2014 y 308/2014.
3.- El 16 de Septiembre también del 2014 ingresan nuevamente a Cholula Maria Nubia Galindo Rodríguez y Elisa Aideé González Ballesteros, acusadas por el delito de robo a comercio, a quienes se les instruye el proceso 396/2014.
¿Qué tienen en común estas cuatro mujeres?
Son jóvenes, indocumentadas, pertenecen a la misma organización delictiva, son bastante atractivas, son colombianas y al no tener familia en México carecen de apoyos en el exterior y por consecuencia tienen una gran necesidad económica.
Según relatos, para efecto de hacerse de un ingreso mínimo para subsistir, fue Karen Angélica Wilchis, quien primero se empezó a prostituir al interior del reclusorio en septiembre del 2012, pero con un bajo perfil. Dos años después con el ingreso de Leidi Lorena Vargas, ella se limitó a seguir los mismos pasos para hacerse de recursos, sin embargo para poder trabajar sin ser molestado y gozar de facilidades, empezó a sobornar a custodios para que le permitieran ofertar sus servicios con el personal administrativo del reclusorio, con lo cual al correr de las semanas se empezó a propagar el rumor más allá de los muros de la prisión.
Pero cuando el asunto se salió de control, fue en Septiembre del año pasado, con el ingreso de otras dos de sus paisanas, María Nubia Galindo y Elisa Aidé González, cuando la Dirección del Reclusorio se percató de la gran demanda que tenían la venta de favores sexuales por parte de estas exuberantes colombianas, que decidió centralizar y apropiarse de este lucrativo negocio.
Por esta razón es que a partir de esta fecha es que se pusieron al frente de una especie de agencia de servicios sexuales, la cual es operada personalmente por el Sub Director de Seguridad y Custodia de nombre Cuauhtémoc Alonso Chávez Ramírez, con el pleno conocimiento y visto bueno de la Directora del Penal de nombre María de los Ángeles Reyes Rojas, que ha encontrado en el negocio de la prostitución en el penal una verdadera mina de oro, puesto que las tiene vilmente explotadas de tiempo completo.
El caso es que por la ambición de tener a las colombianas trabajando día y noche a todo lo que da, ya han empezado a promover este comercio sexual a población abierta, es decir, lo que empezó como una actividad solo para reclusos y personal administrativo, ahora no han tenido empecho a ofrecer esto servicios a abogados litigantes y visitantes, incluso hay casos probados de funcionarios municipales y estatales que han sido invitados a “conocer” a las colombianas del penal de San Pedro Cholula, lo cual ya ha adquirido proporciones de escándalo.
No obstante que actualmente las reclusas colombianas ya no desean que los mencionados funcionarios municipales hagan negocio con ellas, ahora no es porque quieran, ahora es a fuerza y ahora deben ofrecer sus caricias a todo aquel que ya las haya pagado a las autoridades de la cárcel municipal.
Y lo más reprobable de esta historia, es que aun cuando de tales hechos ya se ha dado cuenta muy ampliamente en los medios de comunicación que circulan en el municipio de San Pedro Cholula, el Alcalde José Juan Espinosa no haya hecho nada para intentar frenar ésta y otras anomalías que se han venido presentando en el Cereso de ese municipio, lo que da la idea que está protegiendo a la corrupta Directora de dicho centro penitenciario.
