Los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos la noche del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, fueron “privados de la libertad, privados de la vida, incinerados y arrojados al río. En ese orden. Ésta, es la verdad histórica de los hechos, que debe tener validez jurídica ante los órganos jurisdiccionales”, dijo hoy el Procurador General de la República.
Publica Milenio que durante una presentación en las instalaciones de la PGR, Jesús Murillo Karam y Tomás Zerón, titular de la Agencia de Investigación Criminal, dieron a conocer fragmentos de la declaración de Felipe Rodríguez Salgado, alias “El Terco” o “El Cepillo”, detenido el 15 de enero de 2015, jefe de sicarios de la organización Guerreros Unidos en el área de Iguala y, según su propia confesión, responsable de la organización de la muerte e incineración de los jóvenes estudiantes.
La confesión de Rodríguez Salgado, explicó Zerón, corroboró las declaraciones de sus cómplices detenidos con anterioridad y completan la historia de aquella fatídica noche.
La Procuraduría también informó que se han realizado 487 dictámenes periciales que “soportan científicamente cada parte de la narrativa de los acontecimientos”.
Entre estos destaca un dictamen químico que mostró:
- Residuos de diesel y gasolina en el suelo del basurero de Cocula
- Tres zonas de cenizas dentro del basurero
- Rocas con impacto térmico
- El punto de origen del incendio
- Aluminio fundido por la exposición al intenso calor
- Fragmentos de llantas con intensas huellas de carbonización y cuerdas metálicas, características de neumáticos
- Afectación del fuego sobre diversos restos humanos
Apoyados con diapositivas y videos, la PGR también informó de dos dictámenes realizados por el Instituto de Biología de la UNAM, uno biológico “que indica que las plantas fueron afectadas por el calor en la zona y registran un crecimiento posterior al incendio”. Y otro entomológico respecto de larvas de dípteras recolectadas en el lugar, mediante el cual se determinó la fecha probable del incendio y que coincide con la narración de los confesos.
UN HORNO
La PGR mostró fotografías, videos de sobrevuelos y animaciones para detallar, primero, que por la “distancia entre el basurero y Cocula no hay ni una sola casa en los alrededores. La entrada de la brecha está resguardada por una reja, donde el día de los hechos dos de los involucrados montaron guardia para que nadie entrara a la zona”.
“El lugar de los hechos –dijo Zerón- es una hondonada de 800 metros cuadrados y entre 20 y 40 metros de profundidad dependiendo del lugar de medición.
Por la topografía del sitio, los vientos predominantes fueron propicios para generar un óptimo sistema de oxigenación del fuego contenido, lo que permitió mantener la combustión a un tiempo prolongado, asemejando un gran horno”.
El Procurador resumió: “En el área se encontraron alambres de acero radial, caucho de neumáticos, aluminio, rocas calizas fracturadas y calcinadas, grandes cantidades de restos carbonizados, restos de gasolina y diesel”.
Y agregó: el reporte meteorológico del día de los hechos muestra que hubo chubascos ligeros y de corta duración insuficientes para apagar el incendio.
Los cambios químicos y físicos de lo encontrado en la zona hace que los científicos determinaran que las temperaturas alcanzaron hasta los 1,600 grados centígrados.
IDENTIFICADOS COMO ROJOS
Las declaraciones de Rodríguez Salgado indican que la noche del 26 recibió una llamada informándole que un grupo antagónico a Guerreros Unidos estaba atacando Iguala. “El Chucky me llamó por teléfono y me dijo que me iba a entregar los paquetes que llevaba detenidos que eran de Los Rojos”.
Rodríguez Salgado narró que en un lugar llamado Loma de Coyote, policías de Iguala y Cocula le entregaron a los jóvenes. “Me pude percatar que algunos de los detenidos venían amarrados con mecate, otros esposados y algunos venían golpeados ya ensangrentados; de policías pude apreciar que también venían entre 30 y 35 sin poder precisar ya que no los conté…”
“Llegando al basurero de Cocula bajamos a los estudiantes de la camioneta percatándome que unos ya estaban muertos, creo que por asfixia, siendo los que iban hasta abajo y quedaban vivos aproximadamente de 15 a 18 estudiantes”.
“Le encargué al ‘Pato’ (Patricio Reyes Landa) que se hiciera cargo de todo, de entrevistas y de darles piso y que destruyera todo, quemara celulares y pertenencias de los detenidos ya que esa había sido la instrucción…”
“El Pato ya había acostado a cuatro detenidos y les disparó en la nuca, con su arma corta…”
Rodríguez Salgado dijo haber pasado la noche en casa de Gildardo López, “El Gil” y al día siguiente volvió al basurero en donde “Pato” le contó que “los pusieron en una plancha de llantas, leña y fueron quemados los detenidos con diesel, terminando de incinerarlos ya por la tarde”.
Rodríguez confesó que fue él quien ordenó al Pato ir a comprar bolsas de plástico y que él junto con cinco personas más recogieron las cenizas, las pusieron en bolsas y “fuimos a tirar las bolsas al río”.
ACCESO PARA LOS PADRES
El procurador insistió que “los representantes legales de los familiares acreditados para conocer los avances del caso tienen, como ha sucedido desde el principio de la investigación, acceso a los 85 tomos y 13 anexos del expediente donde se incluyen los dictámenes, declaraciones, y todas las diligencias ministeriales mencionadas en esta presentación”.
A la fecha, la investigación de los hechos del 26 de septiembre ha dado como resultado la detención de 99 personas, se han tomado 385 declaraciones y dos reconstrucciones de los hechos. Se han realizado 16 cateos en los que se han confiscado, entre otras cosas, 93 teléfonos celulares cuyos datos implicaron a varios miembros de la organización delictiva.Todos los detenidos, dijo la PGR, participaron de alguna manera en los hechos.