La llegada, por primera vez en la historia de Puebla, a la presidencia del Congreso del estado de un diputado perredista no cambiará un ápice la relación de sumisión que el poder legislativo ha mantenido con el gobernador del estado en esta administración, y en todas las legislaturas previas.
En su primer encuentro con la prensa luego de que fuera electo presidente de la Junta de Coordinación Política, el órgano que representa la dirección institucional de los legisladores, el neoperredista Carlos Martínez Amador planteó un escenario en donde se mantendrá la relación “de respeto, yo creo que nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo desde este recinto legislativo y vamos a buscar acuerdos y donde haya consensos vamos a trabajar con él”.
Cuestionado sobre su trajinar político, pues nació políticamente en el PRI, luego fue postulado como candidato del PAN y finalmente logró ganar la diputación bajo las siglas del PRD, Martínez Amador recordó el caso de López Obrador –quién militó primero en el PRI–, y apuntó: “Nosotros traemos ya un trabajo de muchos años como muchos otros perredistas, nosotros estamos el día de hoy militando en este partido nos regalaron la confianza, no la vamos a defraudar, hemos estado cercanos a los dirigentes del partido nacional, estatal y vamos a seguir en esa línea, nosotros”.
Martínez Amador evitó también el plantear como prioritaria la agenda de su partido relacionada con temas de la diversidad sexual asegurando que será trabajo de sus compañeros de partido el impulsar sus propuestas: “El tema lo trae Socorro (Quezada)”.
Una tersa comparecencia
Para el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle, su comparecencia en el Congreso del estado para presentar su cuarto informe de labores, será como un día de campo, pues los legisladores elegidos para fijar la postura política de las diferentes bancadas sobre la administración estatal son cómodos o a modo.
La única voz disidente que se prevé que pudieran plantear temas álgidos a la administración es la legisladora del partido Verde, Geraldine González, quién ya adelantó que llevará a tribuna la problemática de seguridad pública que se vive especialmente en su distrito.
Por su parte el tricolorenviará a Sergio Salomón Céspedes, presidente de la comisión de Derechos Humanos, quién a defendido a capa y espada la llamada ley bala, una iniciativa de ley que fue presentada por el gobernador del estado.
Se suman el perredista, Julián Rendón Tapia, quién se desempeñó como encargado del Programa de Desarrollo Institucional Municipal (DIM) de la Secretaría General de Gobierno, en los primeros años de la administración estatal y es integrante de Nueva Izquierda, la fracción perredista afín al gobernador.
Por Movimiento Ciudadano será Ignacio Álvizar Linares quién fije la postura de su partido, que si bien se han opuesto a proyectos legislativos como la Ley Bala, es el más mesurado de la bancada.
El partido Pacto Social de Integración (PSI) tendrá voz a través de su único representante en el congreso, Marco Rodríguez Acosta, quién se ha caracterizado por alzar la voz pero para apoyar todas las propuestas del gobernador del estado.
Y aunque no se ha definido aún se espera que la panalista, Susana Riesta y la petista Lizeth Sánchez García sean las encargadas de llevar la postura de sus partidos al pleno del Congreso, ninguna de las dos se ha caracterizado por incomodar al hombre de Casa Puebla.
A la par la encargada de contestar el informe en su calidad de presidenta de la mesa directiva será la ex secretaria de la Contraloría, Patricia Leal. Y corresponderá a su compañero de partido, Franco Rodríguez fijar la postura política del blanquiazul.