Onán Vázquez, dirigente de la organización Vida Plena, sostuvo que en Puebla la epidemia de VIH si bien mantiene niveles de infección por debajo de la media nacional, sigue provocando rechazo y discriminación a las personas que viven con el virus, especialmente de los servicios de salud que están obligados a atenderlos.
“Hemos detectado que todavía hay una constante violación a los Derechos Humanos de las personas con VIH, estamos viendo que muchas veces por esta misma situación ya no acuden al servicio. En la sociedad todavía hay una gran cantidad de prejuicios y mitos, se tiene que combatir el estigma y la discriminación, son las recomendaciones de Onusida”.
Y planteó que mucha de la discriminación que tienen documentada se produce en los servicios de salud y en los servicios de impartición de justicia, aunque explicó que “la epidemia está más o menos estable desde que se inició en el estado, pero si tenemos que decir que hay sectores sociales que son los más afectados, y estos sectores son los más discriminados en todos los aspectos sociales, y son principalmente los hombres que tienen sexo con hombres, hombres homosexuales y los trabajadores y trabajadoras sexuales”.
Pero además, puntualizó, que en el estado todavía se registran casos de recién nacidos que vienen infectados con el VIH, y que eso deriva de que las campañas de detención del virus o no se realizan con la frecuencia que se esperaría o incluso no se llevan a cabo.
“Sabemos que por cada persona a la que se le detecta el virus hay cuatro más que no saben la condición que padecen, entonces si estamos enfrentando una situación de alarma porque la epidemia no se ha retraído, al contrario es una epidemia que está contante y permanente, esperemos políticas públicas más eficaces, con mayor presupuesto para lograr que se llegue a la meta de Onusida de que en el año 2030 se haya erradicado el VIH”.
Pero planteó que si no se trabaja en la discriminación que viven las personas que portan el virus difícilmente se logrará cumplir con la meta, y señaló que a nivel estatal si bien ya se cuenta con una ley para combatir la discriminación está aún no se ha reglamentado lo que en la práctica la vuelve inoperable.
Onán Vázquez también planteó que en Puebla la esperanza de sobrevivencia tras la infección es de 13 años, la mitad del promedio de vida que se registra en otros países en donde se alcanzan los 25 años.
“La gente se está detectando muy tarde, está llegando a los servicios de salud muy tarde. No tengo la cifra de casos registrados pero andan alrededor de las 7 mil personas y el Capacit (Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención del SIDA y otras Infecciones de Transmisión Sexual) atiende a 3mil aproximadamente, y las otras personas están atendiéndose en otros servicios de salud, la Secretaría de Salud estatal es la que lleva el grueso de la atención y prevención”.