Ellas no se doblegan, siguen desde sus trincheras dando la batalla diaria por evitar despojos y defender lo suyo, mientras el sexo masculino se refugia en el silencio cómplice de un estado que amenaza, persigue y encarcela.
Tienen más pantalones ellas, que ellos.
Ana Teresa Aranda. Panista, ex candidata a la gubernatura y siempre opositora a que un priista como Rafael Moreno Valle fuera el candidato panista. Nunca se sumó a la causa del llamado #GóberBala, por lo que Moreno Valle mandó a detener la camioneta en la que viajaba afuera de la sede de la reunión para conformar en 2011 el consejo estatal del PAN. Encarceló a su particular Pedro Barojas, ex alcalde de Palmar de Bravo. Luego, Anatere fue víctima de una campaña mediática y además en dos ocasiones ha sido asaltada en su propia casa. Ella sigue en su lucha por exhibir el autoritarismo del gobernador.
Myriam Arabián. Primera secretaria de Desarrollo Social y actual regidora en la capital. Ella se enfrentó a su jefe cuando se le ocurrió iniciar procesos contra las irregularidades del marinismo en la Sedeso. Curiosamente, ahora se desempolvan los mismos expedientes que tanto se ocultaron. La ex diputada federal se rehusó, además, a las mapacherías de personajes como Néstor Gordillo. El resultado fue una acusación de la PGR por desvío de recursos públicos con fines electorales en la delegación de la Sedesol que encabezó. Le pidieron su renuncia, la concedió y fueron el presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, quienes pidieron a Moreno Valle dejar en paz a Myriam. Se retiraron los procesos, pero ya no tuvo cabida en el gabinete. Fue declarada enemiga del góber. Por rebelde.
Amy Camacho. La empresaria se encargó de la Secretaría del Medio Ambiente y los desplantes de Moreno Valle se fueron multiplicando. Después de un recorrido por el proyecto de rescate del río Atoyac, donde se notaron algunos pendientes, el góber montó en cólera y con la dueña de Africam Safari en su camioneta, la bajó. Ella no lo soportó y presentó su renuncia. El mandatario la amenazó con clausurarle el zoológico, pues nadie le aventaba el trabajo. Ella se mantuvo firme y se fue, aunque le hayan organizado una fiesta de despedida.
Rosalva Loreto. Académica de la BUAP. Defensora del patrimonio histórico. Enfrentó el poder morenovallista con el proyecto del Teleférico y la destrucción de la Casa del Torno en el Barrio del Artista. El gobernador pidió su destitución y la hostigó hasta el hastío. Ella abrió un compás de espera con estudios en el extranjero, pero fue de las primeras en oponerse al autoritarismo asfixiante del mandatario que aspira a ser presidente de este país.
Roxana Luna. Diputada federal del PRD. Es hoy, sin lugar a dudas, la enemiga número uno del régimen. Ha recibido ataques, descalificaciones, editoriales majaderos y un seguimiento especial de sus movimientos y conversaciones. Se le acusa de desestabilizar el estado. De recibir financiamiento de grupos subversivos y ser la autora intelectual de la crisis morenovallista en Chalchihuapan, aunque desde antes por azuzar grupos opositores al Gasoducto Morelos. La diputada ha llevado a sus denuncias de violación a los derechos humanos de varios pueblos al Congreso de la Unión. Se mantiene firme.
Doña Elia Tamayo. La madre de José Luis Tehuatlie Tamayo, niño indígena que murió por un proyectil de la policía de Puebla y después fue víctima de la peor campaña de medios en su contra. Le echaron encima redes sociales para exhibirla porque no tenía que haber llevado a su hijo a una manifestación. Además, le manipularon sus palabras, nunca le dejaron entrar a ver a José Luis al hospital, le escondieron el parte médico y después le endosaron una grosera campaña de medios nacionales. Doña Elia se mantiene firme: el único culpable de la muerte de mi hijo es el gobernador de Puebla. “Nosotros no lo provocamos, él nos quitó nuestro registro civil y cuando se lo fuimos a pedir nos lanzó a la policía“. Todavía no falta el imbécil que se burla de ella. Tamayo es un ejemplo a seguir.
Enedina Rosas. Campesina. Presidenta del comisariado ejidal de San Felipe Xonacayucan. Estuvo presa, pero por su avanzada edad y enfermedad se encuentra bajo arraigo domiciliario. Es tratada por el morenovallismo como la peor delincuente. Ella padeció de un prolongado acoso por parte del gobierno de Puebla para forzar a los ejidatarios a autorizar la venta de terrenos y derecho de paso para la construcción del Gasoducto Morelos. Se resistió y Moreno Valle la mandó a detener. Rosas afirma que el gobernador con todo su poder no la ha doblegado.
Blanca Carrera. Mujer madura, presidenta de los vecinos de la colonia La Paz. Moreno Valle anunció una mañana que construiría un paso a desnivel en la zona que colinda con la Recta a Cholula. Ella no sólo empezó a tocar puertas en las oficinas públicas para confirmar la noticia, sino que además organizó a sus colonos, quienes tapizaron palmeras de las principales avenidas de la colonia con el rechazo al proyecto del góber. Comerciantes, restauranteros y otros le dijeron que no se sumaban a su causa, porque habían recibido la advertencia de clausuras o auditorías. Ella se echó encima la responsabilidad de oponerse a la obra. El mandatario anunció la cancelación del paso a desnivel.
Ana María Ashwell. Antropóloga. No tan mediática como otras mujeres que dan la batalla. Ella formó parte del conglomerado de ciudadanos que se oponen a los proyectos inmobiliarios en San Pedro y San Andrés Cholula. Su lucha se da en el ámbito académico. Las detenciones de opositores la mantienen firme. El proyecto de las 7 culturas se ha cancelado, pero todavía las rémoras del morenovallismo buscan hacer negocios y ella exige respeto a Cholula Digna y Viva.
Ana Isabel Allende. Diputada federal y lideresa del PRI en Puebla. Con un comunicado que ni siquiera llevó su firma le puso el cascabel al gato. El morenovallismo enfureció porque pidió la destitución y consignación de Facundo Rosas, secretario de Seguridad Pública, por el asesinato de José Luis Tehuatlie, además de solicitar a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que rechace el presunto cumplimiento de las recomendaciones y demandó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación atraer el caso. Los empleados de Moreno Valle en el Congreso del Estado, el PAN, PRD, Panal, Compromiso por Puebla, Pacto Social de Integración, sector empresarial y medios de comunicación mantienen una campaña de descalificación contra Allende. Ni sus compañeros de partido han dado la cara para defenderla, pero el CEN del PRI respaldó su postura y amaga con descongelar los juicios políticos contra Moreno Valle si sigue la guerra. Ya se metieron en la vida privada de Isabel, lo que revela la desesperación del poder contra quien con un movimiento político los puso de cabeza.
Ellas, las 10 indomables, son quienes han provocado los mayores dolores de cabeza al morenovallismo, el cual ha hecho todo para doblegarlas, pero lejos de lograrlo, las fortalece.
La dignidad no tiene precio.