Tras la detención del presidente auxiliar de San Miguel Canoa, Raúl Pérez Velázquez, la diputada federal Roxana Luna Porquillo condenó desde su cuenta de Twitter la acción policial del estado, puntualizando que “nuevamente se confirma la criminalización al movimiento social”.
El tuit de la legisladora perredista, una de las opositoras más visibles al gobierno de Rafael Moreno Valle, publicado la mañana del sábado pasado, se produce tras conocerse la aprehensión por parte de elementos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Pérez Velázquez.
La detención del alcalde auxiliar de Canoa se suma a la aprehensión del edil de la junta auxiliar de La Resurrección, Leonardo Báez Serrano, quien actualmente se encuentra preso en el penal de San Pedro Cholula, por el delito de usurpación de funciones, ocurrida el pasado 18 de octubre.
De acuerdo con el portal e-consulta, Pérez Velázquez fue detenido a pesar de que la semana pasada el Juzgado Tercero de Distrito aceptó la solicitud de amparo con el número de expediente 1671/2014 contra actos del Juez Primero de lo Penal y otras autoridades de Puebla, quienes reclaman la orden de presentación, búsqueda, aprehensión y detención de Pérez Velázquez.
Salía de una oficina de gobierno.
Las detenciones de los dos ediles auxiliares, quienes forman parte de la Coordinación Estatal para la Defensa de la Identidad de los Pueblos, es decir el grupo de autoridades que se han pronunciado en contra de la reforma a la ley orgánica que les quitó la facultad del registro civil se produjo casi en las mismas condiciones.
En ambos casos las detenciones se produjeron en fin de semana, en los dos casos fueron citados a una reunión con autoridades estatales y a la salida de los encuentros fueron aprehendidos por policías estatales.
De acuerdo con reportes periodísticos, la detención de Pérez Velázquez se produjo cuando el edil subalterno salía de las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas (SDUOP), ubicadas sobre prolongación de la Reforma, cerca de las 16:30 horas.
Al salir de la dependencia, esperaban a Pérez Velázquez alrededor de 15 sujetos a bordo de camionetas blancas, quienes pese a que portaban armas no se identificaron pero procedieron a esposarlo.
