Sabedores de que esta es la elección del presidente, los morenovallistas han ofrecido toda la estructura electoral a su servicio para que en Puebla el presidente Peña pueda sumar escaños que le sean incondicionales para la próxima legislatura federal.
¿A cambio de qué? —se preguntará.
Pues de perfilar posiciones propias para que puedan competir con enormes posibilidades de ganar.
Sí, Moreno Valle intenta que personajes cómodos a sus intereses puedan hacerse de triunfos electorales independientemente de que vayan por el PAN, PRI, PRD o PANAL.
La intención es formar una especie de “fracción morenovallista” que defienda los intereses de Peña Nieto y apoye sin chistar todas y cada una de las iniciativas que mande el jefe del ejecutivo federal.
El argumento de los operadores del gobernador es que resulta más rentable para ambas partes negociar y no enfrentarse en la coyuntura electoral para el 2015.
“Repartirse inteligentemente” los distritos federales localesque estarán en juego, parece en el papel el escenario más probable.
Y es que, en el gobierno de la República están conscientes de que la estructura de operación electoral y capacidad de obtención de votos del PRI poblano ha resultado herida de muerte en estos casi 4 años en donde han jugado un penoso papel de partido de oposición.
Conocen de sobra las fracturas estructurales que se viven en el partido y la enorme división que priva entre quienes están considerados como parte de sus liderazgos.
Ya desde ahora, estos personajes intentan venderle al CEN tricolor una influencia inexistente entre militantes y simpatizantes, con el objetivo de que sus ahijados políticos sean favorecidos en el proceso de selección de candidatos
Como siempre, los intereses particulares prevalecen sobre el interés del partido.
Así ¿cómo garantizar triunfos en Puebla?
En presidencia saben también que si bien la imagen del gobernador de Puebla ha resultado afectadapor la soberbia y pésimo manejo de crisis en los casos Chañchihuapan y Cholula, la estructura electoral con la que cuenta sigue intacta y funciona con la precisión de un reloj suizo.
¿Con quién le convendrá más al presidente competir?
¿Qué escenario le resulta más rentable en lo político?
En este contexto, no le extrañe que dentro de la oferta electoral de los partidos poblanos rumbo al 2015 seamos testigos de candidaturas que resulten auténticas aberraciones ideológicas, burdos ejemplos de pragmatismo político, pero que en la frialdad de los números sean los que cumplan de mejor manera con la mayoría de los banales criterios de rentabilidad que hoy definen a ganadores y perdedores en una elección.
Eso, al final de cuentas, es lo único que les importa.