El desastre de comunicación que traían los secretarios de Gobierno, Luis Maldonado Venegas; el jefe de la oficina del gabinete, Juan Pablo Piña; y el procurador Víctor Carrancá, así como los voceros Fernando Crisanto, Héctor Alcudia y Marcelo García Almaguer, se atendió con la sugerencia de que sólo ejecuten lo que se les ordena; dejen de opinar.
Así, la estrategia de encapsulamiento gana la batalla a #PueblaDeLuto y #CadenaHumana. Esto era lógico, pues hasta el momento se sabe que se han gastado 400 millones de pesos en compra de voluntades, acallar voces críticas y someter a medios de comunicación, así como a otros actores políticos, sociales, económicos y académicos.
La orden de “matar Chalchihuapan” en los periódicos, programas de radio y televisión, así como evitar que nuevas voces se sumen a los medios incómodos y grupos básicamente de izquierda, permite la despresurización de la crisis.
Se sabe que el encapsulamiento evita la recurrencia de la crisis, aunque se admite que habrá momentos de descontrol, pues meter el tema a la agenda de medios es tan fácil, como pasó con el fuego amigo de la nota principal de La Razón la semana pasada, donde se desempolvaba el tema del cohetón que se supone no estaba en el debate ya.
O el impacto psicológico para la sociedad que observó este fin de semana que una #CadenaHumana llegó hasta el corazón del poder: Casa Puebla, donde se colocó un moño negro, una cruz con veladoras en el piso y se cantó el himno nacional. No fue un tema cuantitativo, sino cualitativo.
En el búnker de Casa Puebla están seguros de la eficacia del encapsulamiento de Chalchihuapan, aunque se sabe que se paga un costo enorme en términos de credibilidad, sobre todo para los medios de comunicación, pero la verdad les vale madre.
“Ese será su problema, pero tampoco se pueden quejar que para eso se les paga”, se escucha.
Los medios sometidos al Tripack tienen la orden de ignorar el caso Chalchihuapan, ni para bien, ni para mal. Olvídense de él.
En los medios nacionales son escasos quienes mantienen el tema: Sin Embargo, Proceso, La Silla Rota y cada vez menos La Jornada.
No obstante, la estrategia de encapsular Chalchihuapan abarca a todos los sectores. En el ámbito universitario la única voz digna es la Iberoamericana. La BUAP, UDLA y la UPAEP para la historia de la ignominia.
Del sector privado, todos los aglutinados en el Consejo Coordinador Empresarial están rendidos, entregados. Actívate por Puebla, desactivado.
Los partidos tampoco cantan mal las rancheras. Salvo Morena, se vive una patética realidad. El PAN, PRD, Panal y las otras chingaderas comunes replegados al régimen. Tienen prohibido hasta defender la causa.
El PRI es lo más deleznable que hay en Puebla. Abdicó a ser oposición real. Los priistas quedan como profundas gargantas del gobierno. Los senadores y diputados federales y locales bien paleros.
A una senadora priista le organizaron una reunión en una junta auxiliar de la capital el día de la marcha #PueblaDeLuto para que no participara en ella y aceptó.
Lo impresionante es la orden que llegó a las delegaciones federales: ningún empleado que trabaje para Peña Nieto puede utilizar sus cuentas personales en redes sociales para subirse a las críticas o escarnio contra el gobernador de Puebla.
¡Y lo acataron!
Por eso, no es que los poblanos sean apáticos o no les importe la muerte de un menor en Chalchihuapan, lo que pasa es que el encapsulamiento del tema evita que se enteren.
La caída en la imagen del gobernador se contuvo en reprobada, según las encuestas, pero ya no baja, pues esa estrategia ha impedido que más personas se enteren de la muerte del menor.
El gasto de 400 millones de pesos es ofensivo, pero Moreno Valle se juega la última parte de su sexenio y la posibilidad de construir opciones para el 2018.
Los creadores de esta estrategia también han logrado que el gobernador se transforme en lo que no ha sido en más de tres años: un mandatario cercano a la gente, que ríe, abraza, se conmueve, accede a cualquier “selfie”. Su amor por la niñez poblana es digno de llevarlo a La Rosa de Guadalupe.
Es cierto, ha funcionado la estrategia de encapsular Chalchihuapan. Ha sido efectiva en términos mediáticos, pero el costo de la credibilidad de quienes se han prestado para encubrir una realidad es muy elevado.
Hoy encapsulan el tema en Intolerancia, Al Portador, Status, Periódico Central, Diario Cambio, La Jornada de Oriente y E Consulta, además de las redes sociales que son terreno perdido para el gobierno de Puebla.
NOTA BENE
Apagando la luz no se limpiará tu cuarto, así que préndela y recoge tu chiquero, decían las madres de antes.