Inexplicable que en la pasada temporada vacacional se hayan registrados robos al por mayor en diferentes áreas de la BUAP.
Y es que la DASU fue dotada desde abril del 2014 de equipo de comunicación que incluye 188 radios con alcance en todo el municipio, comunicación encriptada y radio localizador, así como una base central para ambulancia.
Además, el personal de la DASU dispone de una motocicleta y tres automóviles rotulados y con torreta para efectuar recorridos de vigilancia en Ciudad Universitaria (C.U.), áreas de la Salud y Centro, Complejo Cultural Universitario y la periferia de estos sitios.
La oficina de la DASU en el Edificio Carolino, está equipada con cámaras de videovigilancia, conectadas al Centro de Monitoreo en C.U.
¿Entonces?
Simple, la DASU sirve sólo para que el nuevo personal someta a golpes a trabajadores inconformes, como ocurrió este martes en el estadio de futbol de Los Lobos.
Está clara la inconformidad entre quienes fueron despedidos de las áreas de seguridad universitaria, ante la creación de la DASU.
Y es que a la señorita Hernández le reclaman que haya dejado sin el servicio del hospital universitario al personal despedido, a pesar de que algunos familiares requerían atención médica.
Ahora, en la DASU aparece cada fichita, peor que en la policía estatal con elementos ligados a la pederastia, como ocurrió con el poli héroe de Chalchihuapan.
El proceso de sometimiento contra el personal de vigilancia que se opone a esquemas ridículos de trabajo es limpiar el estadio de futbol antes de cada partido, además de descuentos injustificados a sus ingresos.
RELOJES DIGITALES
A la primera dama del Carolino se le ocurrió mandar a instalar unos modernos relojes digitales, los cuales enviarían –supuestamente- el registro de asistencia de los trabajadores.
Nada más que se le olvidó que ella tenía que elaborar una relación de asistencias e inasistencias para la dirección de Recursos Humanos. Entonces, empezaron las protestas por los criterios arbitrarios.
A ella se le hizo fácil responsabilizar a Recursos Humanos de los descuentos en nómina, por lo que arreciaron las protestas.
En una junta con el rector Esparza, Recursos Humanos demostró que la incompetencia era de la señorita Hernández, pero Alfonso pidió solidaridad y respaldo a su sobrina.
La orden fue apoyarla en todo. ¡Qué tal!