03-05-2024 12:02:27 AM

“Fue un cohetón”, insiste la PGJ

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Para el gobierno del estado fue la onda expansiva de un cohetón lo que fracturó el cráneo de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo lo que a la postre el provocaría la muerte, un explosivo que fue lanzado por los participantes en la manifestación que se llevó a cabo el 9 de julio pasado en el kilómetro 14 de la autopista Puebla-Atlixco, y no el disparo de balas de goma.

carranca31Pues, “no existe evidencia de la utilización de balas de goma” o de algún otro objeto de disuasión de similares características que hubieran empleados los elementos de la policía para disuadir las protestas.

Esa fue la conclusión que presentó el procurador de Justicia del Estado, Víctor CarrancáBourguet argumentando que se realizaron más de 98 pruebas periciales entre criminalísticas, topográficas, de voz, de explosivos, médicas y de infografía forense lo que permitió ubicar que el menor estaba a 100 metros del puente que cruza la autopista, y en donde se dio la principal confrontación, por lo que descartó que pudiera ser herido por los objetos arrojados por la policía estatal, dada la distancia que pueden alcanzar los lanzagranadas utilizadas en el violento desalojo.

En su rueda de prensa, CarrancáBourguet sostuvo que dentro de los peritajes realizado destaca el que llevó a cabo el Consejo Mexicano de Medicina Legal y Forense AC, y que intervinieron también 12 especialistas de la coordinación Criminalística de la División Científica de la Policía Federal. Y que incluso se tuvo la participación de Bernardo Matías, ex agente y ex director de laboratorio del FBI.

El funcionario estatal también informó que la investigación fue revisada y avalada por la Cruz Roja Mexicana, la asociación Mexicanos Primero, cuyos representantes en Puebla, José Manuel Cervantes y Morini Pineda, estuvieron presentes en la rueda de prensa y la Dirección de Servicios Médicos de la Universidad de las Américas Puebla, a cargo de Consuelo Cristina García Gil.

Aunque la versión fue desmentida vía twitter por el presidente de la asociación Mexicanos Primero, Claudio X González.

“La nota es falsa. Lamentamos profundamente los hechos, pero no nos hemos pronunciado en relación a circunstancias concretas”.

Y aunque se buscó a Moroni Pineda no fue posible hallarlo ni en su oficina ni en un teléfono celular.

Lo que el titular de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) no presentó entre el cúmulo de pruebas y peritajes fueron las conclusiones o dictámenes de la Procuraduría General de la República (PGR), quien de acuerdo a la propia dependencia federal sólo intervino como coadyuvante del caso a pesar de que desde el Congreso del estado se solicitó atrajera la investigación.

Una manifestación con dos grupos

En la larga explicación sobre los dictámenes, reconstrucciones y pruebas periciales CarrancáBourguet sostuvo que la PGJ documentó la participación de dos grupos en la manifestación, el de los pobladores que incluso llevaron a niños de brazos a la protesta y el de los que atacaron a los granaderos, utilizado para ello piedras, charpes, cohetones de propulsión artesanales con lanzaderas caseras, e incluso bombas molotov.

En un primer momento, sostuvo el funcionario se diálogo con los manifestantes pero que ante la negativa a retirarse avanzaron para abrir la carretera, lo que provocó el primer enfrentamiento. La segunda refriega, sostuvo, se produjo cuando se envió a los policías a desalojar el puente pues se temía que desde ahí lanzaran piedras a los vehículos que comenzaron a cruzar la zona de conflicto.

En ese segundo enfrentamiento, señaló, fue cuando se produjo la confrontación más fuerte y en donde se detonaron cientos de cohetones. Uno de ellos, salió disparado fuera de la zona de la refriega y recorrió cerca de cien metros hasta donde, a decir de las autoridades, Luis Alberto observaba los hechos, estallando y fracturándole el cráneo al menor de 13 años sin dejar rastro ni de quemaduras ni de pólvora en la herida.

“No es la conclusión de yo digo que fue o no fue una lesión de esta naturaleza, es lo que arrojan los resultados técnicos periciales en relación con la lesión, ¿porqué no hubo rastros de pólvora o quemadura? En las pruebas físicas que realizamos en campo que realizamos con la explosión de estos cohetones no presentaron quemadura la explosión de cohetón, nosotros hemos dicho que los peritos concluyeron que fue la onda expansiva, eso no deja quemaduras. Además el menor fue sometido a cirugía y tuvo que haber una asepsia obviamente prequirurgica, rasuado del cabello, etcétera y por supuesto un rastro de pólvora, si hubiera existido desaparece”.

Piedras lastiman a pobladores

A pregunta expresa, CarrancáBourguet sostuvo además que los pobladores que resultaron heridos pudieron ser por las mismas piedras que se usaron en la confrontación y que en el caso de José Martín Xelhua Romero, el hombre al que le destrozaron la mandíbula, se le buscó en el hospital privado en donde fue atendido pero que no quiso declarar.

“Tenemos identificados dos lesionados, uno de ellos rindió declaración respecto de lo que ocurrió el día de los hechos, pensamos que lesionado con un objeto contundente, pensamos que fue con una las piedras que fueron arrojadas, sin embargo no ha querido proceder pero si nos dio causa de la lesión. En el segundo de los casos tenemos perfectamente claro el momento es lesionada esa persona, tenemos una hipótesis de lo que pudo haber causado la lesión, lesión completamente diferente a la que presentó el menor, sin embargo esta persona cuando acudimos al hospital en donde fue atendido no quiso declarar”.

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