Para nadie es un secreto que el peor enemigo del gobernador es Rafael Moreno Valle: su afán por mostrarse todopoderoso lo mantiene en una peligrosa situación de gobernabilidad en Puebla.
Todos sus enemigos han ido sobre él, después de la muerte del menor en Chalchihuapan que lo tiró a la lona.
Madero ha recibido la petición informal de un grupo de panistas para que le sugiera a Moreno Valle solicitar licencia al cargo de gobernador mientras se llevan a cabo las investigaciones del caso, lo cual desde luego no sucederá.
Gustavo Madero no tiene el valor para plantearlo, pero sí lo empiezan a incitar y presionar de que el camino no será otro más que la expulsión del Partido Acción Nacional.
Aunque parezca broma, Madero quiere lo mismo que Rafael —ser candidato en 2018— y a pesar de que Gustavo hoy controla los órganos de decisión del partido, no sería difícil que ante la desproporción de los perfiles, Moreno Valle convenciera a personajes como Villareal, Anaya, Preciado, Creel, Molinar Horcasitas, Chabelo Trejo, Zapata Perogordo, Blanca Judith Díaz y muchos más, de que con él sí ganan.
Así lo hizo en Puebla, ganó y se quedó con todo, lo que sin duda no ha pasado desapercibido al presidente del CEN del PAN y a su grupo.
El líder de lo que queda de El Yunque en Acción Nacional, Marco Adame, le habla al oído a Madero; le dice que destacados panistas poblanos ya se mueven para exigirle que expulse a un político represor que gobierna como priista, rodeado de priistas y excluyendo a los panistas, argumentos que ya ha ventilado Juan José Rodríguez Prats y que en la actual coyuntura pueden ser el argumento ideal para eliminar a su más fuerte rival interno.
Juan Carlos Mondragón, Eduardo Rivera, Humberto Aguilar, Ana Teresa Aranda, Francisco Fraile, serían apoyados por legiones de panistas en el desempleo, exigiendo su expulsión y así dejar claro ante la opinión pública nacional que el PAN reprueba contundentemente esa forma de gobernar.
Madero daría testimonio de congruencia con los principios del PAN y se acercaría a panistas que recelan de él. Los consejos de Adame, que además puede operar tal rebelión, ya son chisme en los pasillos del bunker de Coyoacán.
La expulsión de Moreno Valle lo dejaría completamente fuera de la competencia por la presidencia. Madero, Padrés y muchos priistas, perredistas y desde luego López Obrador lo celebrarían en grande.
Y Rafael no sería el primer gobernador expulsado del PAN: Luis Armando Reynoso Femat siendo mandatario de Aguascalientes lo fue en 2010.
Su “amigo” Madero es mucho más peligroso que todos sus enemigos juntos.
