20-05-2024 04:19:27 PM

La cárcel o la BUAP… y Alfonso Esparza es rector

alpor09

Por la puerta entró un operador de Casa Puebla con un mensaje muy claro: Enrique, bájate ya de la campaña y, Alfonso, tienes que limpiar la BUAP, dejando ver voluminosos expedientes.

Eso explica, sin dudarlo, por qué Agüera rindió la plaza y jamás criticó al gobierno de Moreno Valle durante y después del debate, suspendió la guerra sucia y prácticamente le levantó la mano a Tony Gali.

Y, por supuesto, también exhibe el entreguismo de Alfonso Esparza, quien cedió las principales posiciones de poder de la BUAP al morenovallismo, entregó claves de depósitos y retiros del presupuesto universitario, además de que sujetó la imagen institucional a los intereses del gobierno, por la vía del mentado Tripack.

¿Qué expedientes tan contundentes pudieron mostrar a Agüera para bajarlo de la elección y a Esparza para que entregara la BUAP?

Cuentan que la Procuraduría General de Justicia había concluido dos investigaciones sobre actos de corrupción en la universidad. La indagatoria inició en 2012 y se concluyó en marzo del 2013.

Ambos personajes, Enrique y Alfonso, serían encarcelados, porque existen evidencias de operaciones de lavado de dinero y un quebranto millonario de las finanzas de la BUAP con prestanombres y familiares implicados.

El asesinato del ex rector Samuel Malpica facilitó más las cosas, pues ya con la candidatura rendida por parte de Agüera y la BUAP entregada a cargo de Esparza, el grupo de ambos incrustado en la institución comenzó a emigrar.

La mafia universitaria estuvo detrás de la muerte. Los exiliaron. Los tienen hoy a salto de mata. Andan prófugos.

De hecho, con todos los expedientes debidamente documentados ya fue fácil cancelar la construcción del nuevo estadio de futbol, obra que realizaría el constructor de Agüera y Esparza: Carlos Hugo López Chargoy. Un acuerdo que se rompió, porque no hay nada con el grupo agüerista.

Ahora en cualquier descuido le van a arrebatar el equipo Puebla de La Franja a Jesús López Chargoy.

Agüera está fuera de la jugada. Está vetado por Casa Puebla para cualquier candidatura y si asoma la cabeza lo van a encarcelar.

En tanto, Esparza está refugiado en su clan de asesoras que lo mantienen encapsulado, alejado de la realidad. Su estrategia mediática se domina desde la dirección de comunicación del gobierno del estado.

Sólo sigue el guión que le elaboran los ángeles del Tío Poncho, pero nada más. El grupo de mujeres, eso sí, gasta y aprovecha la cercanía para darse una vida de lujos, al amparo del presupuesto universitario.

En tanto, Esparza es visto como un empleado más del gobernador, cuya función es preparar la limpia de grupos fácticos en la universidad.

El rector no confía en nadie y en él tampoco.

Si antes se veía lejana su reelección, ahora se observa que difícilmente concluirá su primer rectorado, pues viene una fuerte presión universitaria.

Y es que si su equipo conociera el análisis de coyuntura notaría que desde el poder lo dejan solo y alientan el desgaste mediático de la figura del rector.

A todos conviene que Esparza ya no siga en la BUAP, pues su desgaste lo empieza a ubicar en la lista de los impresentables, eso me dicen.

alportador

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