Los diputados priístas Pablo Fernández del Campo y Sergio Céspedes Peregrina calificaron de “lamentable”, el hecho de que Puebla haya sido ubicada como el tercer estado más corrupto en todo el país, solo superado por Chihuahua y Morelos, pero además los legisladores coincidieron en que es una llamada de atención para los gobiernos de los tres niveles pero también para ellos, pues las figuras de diputados y senadores y los partidos políticos fueron ubicados por los poblanos encuestados como las instituciones más corruptas sólo por debajo de la policía.
Al respecto, la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2013 que fue presentada el pasado lunes, señala que en nivel estatal nueve de cada diez ciudadanos consideran que la corrupción en los partidos políticos es frecuente y muy frecuente, y aunque en el caso de los legisladores la percepción baja ligeramente, pues de nueve se pasa a ocho de cada diez, siguen en el top ten de la corrupción.
“Es una llamada de atención colectiva –sostuvo Fernández del Campo al ser cuestionado sobre el asunto– me parece que tenemos que esforzarnos por ser muy transparentes y muy cercanos a la gente. Y siempre, como lo he dicho, estar abiertos a la crítica, la discusión y el diálogo”.
Los resultados de la ENCIG, más allá de la percepción de donde es que se anida la corrupción, es muy puntual en mostrar que al menos la mitad de los encuestados señala haber tenido problemas a la hora de entrar en contacto con las autoridades policiales lo que ha derivado en actos de corrupción, pero también trámites y servicios que tiene que ver con las autoridades municipales y estatales.
Al respecto, el priísta señaló que esos indicadores contrastan con las “cifras alegres” que se presentan en los informes de gobierno.
“Y no sólo ese, recién se dio a conocer otro sobre desarrollo democrático en donde también Puebla sale en los últimos lugares, y esto habla de la omisión de las autoridades por estar impulsando la discusión de los temas públicos y el diálogo con la sociedad”.
Por su parte, el también priísta Sergio Céspedes Peregrina, sostuvo que es necesario echar mano del tema de la transparencia, y de asumir la responsabilidad sobre esos números, para poder generar credibilidad.
Sobre la mala percepción que se tiene de los legisladores en general, el priísta reconoció que situaciones como las aprobaciones exprés de reformas de ley como la de la llamada Ley Bala o la de la Ley del Transporte no abonan a cambiar la idea que se tiene del trabajo en el Congreso.
