Dos casos ilustran perfectamente la estrategia.
El primero, es la polémica concesión de la autopista Cuacnopalan-Cuapiaxtla, hoy retirada a OSA Constructora, filial de Oceanografía, pero que antes del escándalo suponía un jugosísimo negocio para la empresa.
Aquí, ni siquiera se cuidaron las más elementales formas.
El despacho del asesor de Yáñez es contratado por el gobierno del estado para hacerle un traje a la medida a una empresa propiedad del mismo Yáñez.
La concesión era por 30 años y más de mil 600 millones de pesos.
Yáñez, según el periodista Raymundo Riva Palacio, habría aportado dinero para financiar la campaña del hoy gobernador de Puebla.
El inminente pago de la factura política fue frustrado cuando se hicieron públicas las irregularidades en la operación de Oceanografía, pero la intención de favorecer a un personaje cómodo al poder político local es evidente.
Otro valioso servicio prestado por White & Case al gobierno estatal fue el título de concesión del SOAPAP.
Aunque todavía no se hace oficial, la empresa beneficiada será Agua de México, la que ya opera de facto al interior del organismo.
En este caso, White & Case le dio forma a otro título de concesión a modo.
La empresa tendrá que pagar por operar por 30 años el negocio del agua potable en la ciudad de Puebla y municipios conurbados, mil 400 millones de pesos, apenas una fracción de su valor real.
Auditorías realizadas al sistema operador demuestran que se trata de un organismo financieramente sano, que trabaja con números negros y que mejorado notablemente su efectividad recaudatoria.
Por si fuera poco, por órdenes del gobernador, el congreso del estado autorizó el aumento a las tarifas del agua, lo que en los hechos garantiza las utilidades prácticamente desde el inicio de la concesión.
Negocio redondo con riesgo cero.
Agua de México está ligada a los hermanos Gutiérrez Cortina, dueños de Gutsa, la constructora favorita del ex presidente Felipe Calderón y responsable de uno de los símbolos más representativos de la corrupción oficial: la Estela de Luz.
Los Gutiérrez Cortina son famosos por meterle dinero a proyectos políticos ligados al Partido Acción Nacional.
El chiste se cuenta solo.
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