Preocupado el tipo entra a la casa y justo ve pasar al gato, entonces le pega una terrible patada y el gato sale volando y gritando:
¡Miaaauuuuu!
Entonces, viene la mujer corriendo y le dice:
Pero, querido, ¿Qué pasó?
Nada, este gato que me atacó y me rasguñó.
Sí, mi amor, mátalo, mátalo, que a mí me dejó un terrible chupón en el cuello.