-Oye mami, ¿cómo se llama el pueblito que pasamos?-
-No lo sé, hijo-.
Pasa media hora y le vuelve a preguntar:
-Mami, ¿cómo se llama el pueblo que pasamos hace media hora?-
-Que no lo sé, hijo-.
Pasando veinte minutos más le hace la misma pregunta y la mamá responde:
-Que no sé, ya te dije, ¿por qué tanta insistencia?-.
A lo que responde Pepito:
-Es que quiero saber cómo se llama el lugar donde se quedó mi hermanito-.