Madero trae mejor conocimiento e intención al voto que el guanajuatense Juan Manuel Oliva, pero se ubica muy por debajo de Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero, otros contendientes en el proceso.
El problema para Vázquez Mota y Cordero es la falta de estructura partidista. Oliva, en cambio, dispone del respaldo de 14 estructuras estatales.
El resto se reparten entre Madero, Josefina y Ernesto.
En el balance general, Vázquez Mota en números está en primer lugar, pero sin operadores en el país. El dato lo confirmó el columnista Mario Alberto Mejía en Sexenio: “la más reciente encuesta –aplicada entre miembros activos del PAN- le da una ventaja de 5 a 1 sobre Madero”. Hasta aquí su corta, pero necesaria cita.
Madero está muy bajísimo en intención al voto, pero en conocimiento muy alto. Con mejor estructura aparece Oliva.
Los gobernadores ya se dividieron:
El de Puebla, Rafael Moreno Valle, y de Baja California, Kiko Vega, juegan la reelección de Gustavo Madero.
El de Baja California Sur, Marco Alberto Covarrubias Villaseñor, ya ofreció su respaldo a Ernesto Cordero.
El de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, opera para Juan Manuel Oliva.
Y el único indeciso aún es Guillermo Padrés Elías de Sonora.
En la cámara de diputados cada vez se divide más la bancada panista ante los escándalos que involucran a su coordinador, el maderista Luis Alberto Villarreal.
Los senadores, aunque reciben apoyos económicos jugosos, los aceptan, pero no se comprometen por la reelección de Madero.
Las pláticas entre Vázquez Mota, Cordero y Oliva continúan, más ahora que se aprobó ya la segunda vuelta electoral, pues la idea sería que todos participaran en la primera elección, pero ante la incapacidad de que nadie obtenga el 50 más uno, se tenga que recurrir a otra votación, lo que daría pie a las declinaciones contra Madero.
La arrogancia empezó a causar ceguera entre los maderistas que consideraban que la reelección era mero trámite. No, se equivocan en las lecturas, sobre todo por lo vulnerable que resulta ya Gustavo.
El peor escenario para Madero era la segunda vuelta y ya se autorizó. Se les pasó por estar inmersos en el callejón de los madrazos. Tendría que arrasar en la primera elección para evitar enfrentar a los tres contendientes restantes, quienes ya dijeron que cualquiera, menos la reelección.
Ahora se explica esa primera gira al PAN de Nuevo León.
@AleMondras
